Nación Andaluza quiere denunciar la ola represiva que el Estado Español, a través de multas y juicios políticos, y con la ayuda de sus medios de descomunicación, se apresta a desatar contra la izquierda granadina antifascista. En los últimos días han aparecido en varios diarios informaciones anunciando la apertura de expedientes sancionadores a 17 demócratas asistentes acto de conmemoración de “La Toma” en la Plaza del Carmen, y cuyo “delito” ha sido manifestar públicamente su desacuerdo y repulsa por el mantenimiento de una celebración franquista, retrógrada y xenófoba, y por la participación en la misma de las distintas instituciones de la Ciudad.
El que la alarma del Subdelegado y otras “autoridades” ante la asistencia de “ultras”, se produjese no tras años de protagonismo fascista sino tras la reactivación de la respuesta antifascista, hacía presagiar lo que los hechos nos han confirmado. Si el pasado 2 de enero pudimos comprobar como la única inquietud del consistorio local, y especialmente del Subdelegado del Gobierno impuesto español, Antonio Cruz (otro ex-miembro del PCE, ahora “socialista obrero”), era el bloque antifascista presente en la Plaza del Carmen, estrechamente vigilado y controlado, mientras que los fascistas campaban a sus anchas exhibiendo simbología franquista así como pancartas xenófobas, estas sanciones lo demuestran a día de hoy. Parece que serán 17 los antifascistas que han sido expedientados frente a solo 7 ultraderechistas. Para estos “demócratas” los “ultras” a perseguir y reprimir no son los fascistas sino aquellos que se les oponen. El mero hecho de equiparar a fascistas y antifascistas, de llamar “ultras” a los antifascistas, ya es prueba de amparo y justificación de los fascistas.
Al Ayuntamiento “popular” y al “socialista” Subdelegado del Gobierno Colonial no les ha molestado tener durante años la presencia de la extrema derecha, con la que han compartido y disfrutado cada 2 de Enero su “fiesta”. Pero si que este año el 2 de Enero haya estado marcado por un rechazo popular creciente a esta celebración y por la denuncia de la permisividad para con estos grupos de las “autoridades” locales, “autonómicas” y estatales, representantes del más rancio imperialismo españolista. La respuesta no se ha hecho esperar. Son más del doble los sancionados antifascistas que los españolistas multados. Con el agravante que los que mostraban su rechazo a esta celebración tuvieron un comportamiento pacífico frente a las provocaciones fascistas continuas que las “Fuerzas de Seguridad” toleraron durante todo el acto.
Sin duda al españolismo le molesta enormemente la presencia de protestas en su fiesta de exaltación patriotera. Al Ayuntamiento, al Subdelegado del Gobierno Colonial o al Defensor del Ciudadano Alienado no les gusta que les agüemos su “fiesta”. Y no les gusta porque señalamos su descarada hipocresía al hablar de paz, convivencia y tolerancia mientas celebran una fecha teñida de sangre y violencia, la conmemoración y enaltecimiento de la masacre de nuestros convecinos, de millares de granadinos asesinados. Porque desvelamos la desvergüenza de quienes se llaman “progresistas” y celebran una festividad reaccionaria que fue instaurada como Día de la Ciudad por el franquismo en 1936. Porque con nuestra actuación les recordamos su fracaso, pues tras siglos de engaños y terror no han logrado que los andaluces olvidaran su historia.
Aún hay granadin@s y andaluces, coherentemente demócratas y consecuentemente de izquierdas, que no se rinden, no se venden ni temen. Que no están dispuestos a celebrar ni a tolerar la celebración de la derrota de nuestra ciudad y nuestro pueblo. Que no olvidamos que hasta el año 1936 el día del asesinato de Mariana Pineda era la fiesta local de Granada, el Día de la ciudad, y no estamos dispuest@s a renunciar a que vuelva a serlo. Que seguimos combatiendo la pervivencia de valores retrógrados como los representados por el 2 de Enero y no cejaremos hasta lograr que el Día de Granada no sea el recuerdo de una ocupación y una matanza, “La Toma”, sino el de la lucha por la libertad y los derechos populares que representaba Mariana de Pineda.
Por último, queremos denunciar la situación de indefensión en la que se encuentran los supuestos inculpados, ante unas informaciones filtradas a la prensa sin que a día de hoy los asistentes al acto sepan si han sido acusados de algún delito, cual es este, cuales las pruebas en su contra, etc., y así poder tomar las medidas que consideren oportunas ante este hecho. El que se informe antes a la prensa que a los afectados, es una prueba más de la intencionalidad política de las supuestas sanciones.
Este es el tipo de democracia que defiende el españolismo progre. Una democracia de baja intensidad. Una democracia vigilada. Una democracia de tipo colonial, con los pueblos acallados y oprimidos bajo su bota de capataces del Sistema. Una democracia de “ordeno y mando”, que entiende las libertades no como derechos a proteger sino como concesiones graciables del poder. Con unas “autoridades” que entienden el “orden” no como una consecuencia de la justicia sino de la imposición. Que como sus antecesores franquistas solo creen en la paz de los cementerios, en el silencio del miedo y en la razón de la fuerza. En definitiva, lo que los andaluces y el resto de los pueblos oprimidos por este Estado Español llevamos padeciendo hace décadas: un continuismo franquista embozado, una “democracia a la española”.
Nación Andaluza manifiesta su intencionalidad de perseverar en la lucha por la erradicación de esa vergonzosa celebración y muestra su más absoluto e incondicional apoyo a los antifascistas encausados, poniendo todos nuestros medios a su disposición. Hacemos igualmente un llamamiento a todos los militantes y simpatizantes de la izquierda independentista andaluza, a todos los andaluces conscientes, con conciencia nacional y de clase, a permanecer atentos a los acontecimientos y a participar en las actuaciones en defensa de los mismos.
¡El españolismo es fascismo!
¡Por Andalucía libre y socialista!
Nación Andaluza - Comisión Permanente
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