jueves, 13 de agosto de 2015

Comunicado de Nación Andaluza ante el 39º aniversario del asesinato de Javier Verdejo


Un año más la militancia de Nación Andaluza vuelve a recordar a Javier Verdejo. Recordamos su muerte, asesinado por las fuerzas de represión españolas cuando realizaba una pintada que no pudo concluir, en las paredes contiguas a la playa del Zapillo de Almería: “Pan, T...”. Una bala salida del subfusil de un Guardia Civil acabó con su vida. En su memoria y su ejemplo revolucionario encontramos los valores y la audacia revolucionaria que quisiéramos prendiera en toda la juventud andaluza. Por ello, para nosotros el 13 de agosto debe ser el Día de la Juventud Andaluza.

Desde Nación Andaluza recordamos al joven revolucionario andaluz, sin olvidar su compromiso militante como  miembro de la Joven Guardia Roja, organización juvenil del PTE, que en aquellos momentos históricos de la mal llamada “transición”, luchaba por una “ruptura democrática” con el Régimen franquista, por subvertir el orden establecido, no reconociendo la legalidad vigente (franquista), ni participando en el pacto del franquismo con la socialdemocracia del PSOE y el eurocomunismo de Carrillo y el PCE. Hoy Andalucía y su juventud necesita de esa conciencia política revolucionaria y de ruptura para rechazar los cantos de sirena de la socialdemocracia estatalista que pretende, envolviéndose en la bandera verdiblanca y bajo nuevas siglas, aunque con un programa político similar, reconducir de nuevo la rebeldía popular andaluza hacía los cauces de la Constitución española para disolverla y dominarla.

Tampoco podemos olvidar que el asesinato de Javier Verdejo no es un caso aislado, producto de un accidente o del gatillo fácil de un Guardia Civil, sino la consecuencia de la política represiva del Estado español hacia las organizaciones que no aceptaban el plan de “transición” trazado desde Washington y Berlín para que continuara el régimen neofranquista actual, maquillado como una democracia, con la colaboración de una “izquierda sistémica” organizada y financiada desde Berlín. Como tampoco es un hecho aislado que la nueva socialdemocracia estatal esté arrastrando a algunos sectores de la izquierda patriótica de los pueblo bajo yugo del Estado español, tal y como está ocurriendo en Andalucía. Cientos de jóvenes, andaluces y del resto de pueblos sometidos al Estado español fueron asesinados, encarcelados, torturados, juzgados..., por su militancia política, con el objetivo de conseguir una “transición” controlada, donde los grupos rupturistas no pudieran subvertir el orden establecido por la élites políticas y financieras del franquismo, ni perjudicar los intereses geopolíticos de EE.UU y de Europa.

No reconocemos al Estado contra el que luchaba Javier Verdejo, el mismo Estado que es responsable de su asesinato, ni vamos a permitir que la memoria de Javier Verdejo se meta en ese “cajón de sastre” que llaman “Memoria histórica”, donde algunos quieren dejarlo reposar hasta el olvido para recordarlo como un hecho del pasado. Independientemente de que el Estado reabra el caso o se reinicie la investigación sobre el mismo, sostenemos que la reivindicación de la figura de Javier Verdejo hemos de hacerla en la calle, con el pueblo y el movimiento obrero y revolucionario andaluz, al margen de las instituciones del Estado que lo asesinó. Su memoria hemos de recordarla gritando contra sus asesinos y llamando a los andaluces a rebelarse contra un Estado que nos “humilla”, tal y como afirmaba otro andaluz asesinado por el españolismo, Blas Infante.

Hoy 13 de agosto, las mujeres y hombres de Nación Andaluza estaremos en Almería, en el lugar donde lo asesinaron, participando de la rebeldía que nos enseñó en vida, de su lucha anticapitalista y antiimperialista, de su compromiso con su pueblo y con los oprimidos, y con la clase a la que quiso pertenecer: la clase trabajadora.

El 13 de Agosto de 1976, Javier Verdejo dejó inconclusa la pintada “Pan, Trabajo y Libertad”, pero también dejó inconcluso el ideal de Revolución Social que le costó la vida. Por ello, el acto de hoy en Almería, no es un acto de simple recuerdo, sino de compromiso revolucionario con los ideales de Javier, un acto de repulsa al Estado que lo asesinó, el mismo que hoy nos somete a una “crisis” que lleva a la miseria a la clase trabajadora, mientras los bancos y las empresas del IBEX 35 multiplican sus beneficios. El mismo Estado que estableció una política de represión y asesinato de activistas revolucionarios durante la llamada “transición”, es el que hoy legisla contra la protestas sociales, el que desahucia a trabajadores de sus hogares, el que juzga, encarcela y reprime con la misma brutalidad que antaño las protestas de clase.

Llamamos a nuestra militancia y simpatizantes a acudir a la concentración que se celebrará en Almería frente a la subdelegación del Gobierno español, así como al acto en recuerdo y memoria de Javier que se celebrará a continuación en el lugar en el que fue asesinado. Hoy, al igual que ayer, denunciamos al Estado que surge de la “renovación” del franquismo, denunciamos igualmente a sus colaboradores, a los que sustentan ideológicamente la “democracia amañada” con la que nos pretenden amansar, a esos “reformistas”  que aceptan las reglas del juego impuestas por el españolismo y a la gran burguesía financiera, convertidas en “democráticas” y que se conforman con las migajas de poder político y privilegios económicos que el poder real les permite, a cambio de ser los guardianes de los intereses oligárquicos.

¡Javier, hermano, nosotros no olvidamos!
¡Ni olvido ni perdón, justicia y reparación!
¡Viva Andalucía Libre y socialista!

Comisión Permanente de Nación Andaluza.
Andalucía, 13 de agosto de 2015.

sábado, 8 de agosto de 2015

En el 79º aniversario del asesinato de Blas Infante: descolonizar y liberar Andalucía como prioridad del Pueblo Trabajador Andaluz



Este 10 de agosto conmemoramos el 79º aniversario del asesinato de Blas Infante a manos del españolismo fascista. Al Padre de la Patria Andaluza lo mataron por su coherencia nacionalista y revolucionaria. Por su defensa inquebrantable de nuestro país, del Pueblo Trabajador Andaluz y de la clase obrera. Unos pecados que el españolismo no podía perdonar y por los cuales Blas Infante fue detenido, apresado en el Cine Jaúregui y posteriormente asesinado en la carretera de Carmona la noche del 10 al 11 de agosto de 1936.

Hoy, setenta y nueve años después, Andalucía continúa sufriendo la misma situación que constantemente denunciara Blas Infante en vida. Seguimos siendo una nación negada, un pueblo trabajador carente de derechos colectivos. Permanecemos, en lo esencial, en idéntica situación de dependencia política, carencias sociales y expolio económico. Desde la desaparición del Dictador y la traición a los intereses nacionales y populares durante la “transición”, se nos mantiene bajo un régimen político-administrativo cuyo “marco constitucional” no reconoce ni permite el reconocimiento de nuestro país ni de nuestro pueblo y, menos aún, sus derechos a detentar y ejercer su soberanía. El supuesto Estado de las autonomías no es más que una descentralización estatal que se limita a gestionar nuestra dependencia. La propuesta política de Blas Infante para Andalucía, basada en la Constitución Andaluza de 1883, nada tiene que ver con nuestra situación actual. Toda nación y todo pueblo poseen, por el hecho de serlo, el derecho a detentar y ejercer su libertad, al autogobierno. Este derecho se denomina soberanía (una soberanía que ya afirmaba el artículo 1º de la Constitución de 1883). Una nación y un pueblo al que se le niega su soberanía carecen de libertad. Son naciones ocupadas y pueblos oprimidos. Por lo tanto, la descolonización de Andalucía y la liberación plena de nuestro pueblo son tareas urgentes, prioritarias, a partir de las cuales construir una nueva Andalucía. Por ello el mensaje de Blas Infante sigue siendo plenamente vigente en la Andalucía actual.

Pero la lucha por la independencia nacional y popular andaluza en el actual marco del Estado español, el imperialismo y el neoliberalismo, no es sólo una cuestión de principios: es la única vía para lograr la transformación de la realidad andaluza y la de sus clases populares. Si de algo nos sirve la actual coyuntura económica de crisis capitalista es para comprobar día a día, en todos los órdenes de nuestra existencia, como andaluces y como trabajadores, las consecuencias de que el Pueblo Trabajador Andaluz no sea el dueño de su tierra ni de su libertad. Hoy, como hace setenta y nueve años, Andalucía no es libre. El Pueblo Trabajador Andaluz carece de soberanía política para decidir, por sí mismo y en exclusividad, todo aquello que le afecta y le compete sobre sí mismo y su propio territorio. Éste es el origen de que estemos indefensos y al arbitrio de lo que decidan otros por nosotros y en nuestro nombre, en Madrid, Bruselas o Washington. Ésa es la razón de que nuestra tierra y las riquezas que contiene nuestra nación: agrícolas, mineras, pesqueras, etc., así como los medios para extraerlas, manufacturarlas y distribuirlas, tampoco estén en nuestras manos. Ése es igualmente el porqué de que carezcamos del más mínimo control sobre nuestra economía e incluso sobre los beneficios de nuestro propio trabajo. Más aún, la inexistencia de soberanía nacional nos imposibilita la construcción de un poder popular capaz de cambiar en profundidad la situación política, laboral, financiera o social. Hace que carezcamos tan siquiera de una capacidad efectiva de oposición sobre lo que acontece. De ahí que la lucha soberanista, por nuestra tierra y libertad, constituya la primera fase de la revolución andaluza. Sin soberanía política no podrá haber revolución social. Por ello, la izquierda andaluza o es soberanista o no es una izquierda revolucionaria.

La crisis capitalista provocada por la rapiña del capitalismo financiero está colocando al Pueblo Trabajador Andaluz en una situación límite. Y no es casual, sino causal, el que la misma se cebe tan especialmente sobre Andalucía. Que en todos los índices de bienestar social y de pujanza económica estemos situados en los últimos lugares del ranking es la consecuencia inducida y estructural del papel que el Capital nos ha impuesto, dentro de la distribución de cometidos adjudicados al conjunto de los distintos países y pueblos obligados a formar parte de este latifundio de explotación intensiva llamado Estado Español. La dependencia andaluza es la herramienta de la que se sirve el Sistema para perpetuar el expolio económico y la explotación social. Somos un pueblo negado y ocupado para poder ser un pueblo sometido. La ocupación es el medio para facilitar el expolio y la explotación, y el expolio y la explotación son la razón de ser de la ocupación. Por eso no hay liberación social sin liberación nacional, y viceversa. La independencia política, o lo es también económica y de clase, o será la perpetuación de la dependencia. No habrá Andalucía libre sin socialismo o socialismo sin Andalucía libre.

Los cantos de sirena del reformismo que nos venden una Andalucía mejor en una España “de otro color” se muestran absurdos si los contrastamos con la experiencia histórica de Andalucía como parte del Estado español. No ha habido una España en la que Andalucía no haya estado en condiciones de expolio económico, dependencia política y alienación cultural, porque España necesita para su propia existencia una Andalucía así. Tampoco es posible, tal y como afirma el soberanismo partidario de integrarse en proyectos estatalistas, liberar Andalucía integrándose en las fuerzas políticas y las estructuras estatales. Es este un discurso que termina proponiendo una estrategia similar a la del regionalismo (apostar por otra España posible para luego cambiar Andalucía) y que sólo puede conducir al suicidio, como se ha suicidado el regionalismo en las últimas décadas. El nacionalismo andaluz, o es revolucionario o se convertirá en otro regionalismo.

Ahora más que nunca, cuando los capitalistas asfixian inmisericordemente a nuestro pueblo, el aunar fuerzas y esfuerzos, para hacer realidad ese llamamiento de liberación nacional y social que el Padre de la Patria Andaluza dejó plasmado en nuestro Himno Nacional, resulta un deber prioritario para los individuos y colectivos de la izquierda soberanista andaluza. Es imprescindible reorientar a toda la izquierda soberanista andaluza bajo un proyecto liberador que recoja las propuestas de Blas Infante y se encamine decididamente hacia la liberación de Andalucía sin atajos y sin sendas intermedios. Desde Nación Andaluza esperamos que las Jornadas que, junto con otras organizaciones, estamos preparando para el aniversario de la Constitución Andaluza, el próximo mes de octubre en Antequera, sea un paso importante en esta tarea. Asimismo, llamamos a todos nuestros militantes y simpatizantes a acudir al homenaje a Blas Infante que realizaremos distintas fuerzas este domingo en Sevilla, a partir de las 11 de la mañana, en la Plaza Jaúregui.

¡Viva Blas Infante!
¡Viva la izquierda soberanista y revolucionaria andaluza!
¡Viva Andalucía independiente y el socialista!


En Andalucía a 8 de agosto de 2015
Nación Andaluza – Comisión Permanente.

viernes, 7 de agosto de 2015

Proyección del documental sobre el asesinato de Javier Verdejo "Pan, trabajo y libertad"

El próximo 13 de agosto se conmemora el aniversario del asesinato del joven militante almeriense Javier Verdejo en 1976 sin que a día de hoy los tribunales hayan esclarecido las circunstancias y los autores de su asesinato. 
Nación Andaluza-Granada va a sumarse al homenaje anual que realizan los compañeros de Almería a este joven luchador proyectando el documental inédito "Pan, trabajo y libertad" en torno a las circunstancias y los posibles autores de su muerte. 
Se proyectará en el CAP "Blas Infante" el próximo miércoles 12 de agosto a las 20 horas.

lunes, 3 de agosto de 2015

Homenaje a Blas Infante en el 79º aniversario de su asesinato

Este domingo Nación Andaluza participará en el homenaje a Blas Infante en el 79 aniversario de su asesinato.
Será en la Plaza Padre Jeronimo de Córdoba (Sevilla) a las 11:00h.
¡Difunde y participa!

sábado, 1 de agosto de 2015

Nación Andaluza con la resistencia kurda y por la libertad del Kurdistán


Ante los recientes acontecimientos que se están desarrollando en el Kurdistán, desde Nación Andaluza, organización de izquierda independentista andaluza, queremos manifestar nuestra solidaridad con la resistencia kurda ahora que está siendo acosada por el Estado terrorista turco. Esta misma noche se han producido los mayores ataques de los últimos años del Estado turco contra las bases del Partido de los Trabajadores del Kurdistán. Turquía ha puesto en marcha una escalada represiva contra las organizaciones militares y políticas kurdas de proporciones aún desconocidas, con la que nos tememos que pretende aplastar al pueblo kurdo en su totalidad. Denunciamos, asimismo, que está actitud del Estado turco supone la ruptura de la tregua que se había establecido en 2013 entre Turquía y la resistencia kurda y, por ende, el fin de las negociaciones de paz que se estaban llevando a cabo entre ambas partes desde 2010. Turquía no quiere la paz sino la guerra con el Kurdistán. Este hecho lo ha manifestado hoy el conservador Erdogan al proponer retirar la inmunidad a los políticos “relacionados” con actividades pro­kurdas.

Para Nación Andaluza, la situación del Kurdistán es insostenible. Dividido entre los Estados sirio, irakí, iraní y turco, el Kurdistán es buena muestra del carácter inoperante de la ONU y demás instituciones internacionales que pretenden “salvaguardar la paz mundial”, mientras que ésta no sea contraria a los intereses del imperialismo. A ello hay que sumar la cadena perpetua a la que ha sido condenado Abdullah Öcalan, preso en la isla de Imrali, la persecución y asesinato de carácter episódico e indiscriminado de población kurda y la aparición reciente del Estado Islámico en la zona, como organización fascista y reaccionaria de origen y financiación inciertos.

Desde Nación Andaluza denunciamos la actitud del Estado turco (alumno aventajado de la OTAN y Estado Unidos en la zona) que ataca las bases y puntos de apoyo de la resistencia kurda y del PKK (Partido de Trabajadores del Kurdistán) bajo la excusa de atacar al Estado Islámico. Sin embargo, estas supuestas precauciones de Turquía no sirvieron para evitar el atentado que costó la vida a 32 jóvenes de la Federación de Asociaciones de Juventudes Socialistas que se habían agrupado en Suruç para reconstruir Kobanê.

La victoria kurda en Kobanê y la capacidad de autoorganización del pueblo trabajador kurdo tras la descomposición de algunos Estados de la zona, como Iraq o Siria, es temida por el gobierno turco, que pretende cortarla de raíz asesinando impunemente a l@s luchadores/as kurd@s. Turquía también ha sido sorprendida por el ascenso en las elecciones del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), pro­kurdo en un Estado fascista como el turco, donde la identidad kurda está vetada en la mayoría de las instituciones.

Andalucía no es ajena a este conflicto, no sólo por los lazos de solidaridad existentes con el Kurdistán, sino por tener su territorio ocupado por tres ejércitos que obedecen las órdenes de la OTAN y que podrían ofrecerle apoyo o incluso intervenir en las operaciones terroristas que está desarrollando Turquía en el Kurdistán: el español, el estadounidense y el británico. Por ello es imprescindible la desmilitarización de Andalucía y la expulsión de los tres ejércitos que ocupan nuestro suelo con la colaboración del Estado español.

Desde Nación Andaluza exigimos:
– El fin inmediato del acoso al pueblo kurdo y de la estrategia de exterminio de las alternativas políticas, sociales y económicas que ha sabido construir el pueblo kurdo en estos años.
– El esclarecimiento de las circunstancias en las que se produjo el atentado terrorista de Suruç contra los internacionalistas solidarios con Kobanê.
– La inmediata puesta en libertad de Adullah Öcalan.
– El reconocimiento internacional del Kurdistán como nación y el establecimiento de un proceso internacional que termine con el reconocimiento de autodeterminación del pueblo kurdo en los territorios de los cuatro Estados que ahora lo ocupan.
– La desmilitarización de Andalucía que no tiene en el pueblo trabajador kurdo un enemigo sino un pueblo oprimido como el andaluz que aspira a su libertad.

Asimismo, manifestamos toda nuestra solidaridad con las organizaciones políticas y militares kurdas que en estos momentos se baten contra la represión fascista e imperialista de la OTAN, del Estado Islámico y de los Estados que ocupan su suelo.

Comisión Permanente de Nación Andaluza.
Andalucía, 29 de julio de 2015.