El 11 de Septiembre de 1714, tras catorce meses de asedio, la ciudad de Barcelona sucumbía ante las tropas borbónicas del Duque de Berwick. A la derrota militar siguió la abolición de las instituciones catalanas y el sometimiento al centralismo español impuesto por la dinastía borbónica. En 1934, durante la II República española, el Parlamento de Catalunya volvía a recuperar la soberanía perdida, proclamando el Estado Catalán. La respuesta del Gobierno de España fue la proclamación del Estado de Guerra y la aplicación de la Ley de Orden Público. A la resistencia popular, España respondió con el bombardeo de Barcelona y la represión armada, con el resultado de treinta y ocho civiles muertos y la detención del gobierno de la Generalitat encabezado por Lluis Companys, que sería preso en el penal del Puerto de Santamaría.
Andalucía expresó su solidaridad con el pueblo catalán a través del Padre de la Patria andaluza, Blas Infante, que en un acto de repulsa por la represión y a favor del derecho al autogobierno del pueblo catalán, visitaría a Lluis Companys y demás catalanistas presos en el penal del Puerto de Santamaría.
Este próximo 11 de Septiembre, día Nacional de Catalunya en conmemoración de los sucesos de 1714, el pueblo catalán nuevamente estará inmerso en un proceso de construcción de una República catalana que devuelva la soberanía y el autogobierno al pueblo catalán. Y una vez más el gobierno de España y los partidos del Régimen del 78 – fieles representante de los intereses de la oligarquía- responde al igual que en 1714 y en 1934 con las amenazas y la persecución política tras 10 años de negativas a dialogar sobre el nuevo estatus jurídico que reclama el Pueblo Catalán.
Nuevamente se confirma la tesis que defendemos la militancia de Nación Andaluza: en el Estado español no hay margen para la reforma y por lo tanto cualquier proceso que introduzca simples reformas democráticas se encontrará de frente con el Régimen tanto en Catalunya como en Andalucía. Lo ocurrido en algunos ayuntamientos catalanes “del cambio” que están negando las urnas para el referéndum no es sino la última confirmación de esta tesis.
La necesidad de superar el Régimen del 78, mera máscara democrática del Régimen del 36, para poder construir sociedades realmente democráticas y libres, nos lleva a apoyar el proceso soberanista de Catalunya por la oportunidad que este nos ofrece a todos los pueblos sometidos al Estado español de romper el actual status-quo territorial y construir Repúblicas libres e independientes donde la democracia obrera y los derechos de las trabajadoras no sean un mero enunciado en un papel. El camino hacia el socialismo pasa por romper las estructuras de acumulación de capital y de explotación de pueblos y trabajadores que conforman el Estado español y recuperar los derechos nacionales de los pueblos para que estos decidan las formas de relaciones laborales, económicas y políticas con las que autogobernarse. Decir SÍ el 1 de octubre a la República Catalana es decir SÍ el día de octubre a la República Andaluza.
Desde Andalucía, al igual que hizo el andalucismo revolucionario en 1934, volvemos a expresar nuestro apoyo al derecho del pueblo catalán a decidir su futuro. La espacial relación entre Andalucía y Catalunya motivada por la pertenencia de ambas naciones a un ámbito común de cultura y de relaciones comerciales, el Mediterráneo, así como por la amplia población de origen andaluz en Catalunya nos obliga a posicionarnos. Por todo ello desde NACIÓN ANDALUZA pedimos a la población andaluza residente en Catalunya su participación en el referéndum del 1 de octubre emitiendo un voto afirmativo para la construcción de una República Catalana.
Visca la Republica dels Països Catalans!
¡Viva la República Andaluza de Trabajadoras/es!
Permanente de la Comisión Nacional de N.A.
Andalucía, 9 de septiembre de 2017.
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