1º Andalucía produce más del 50% del aceite de oliva del planeta, somos el primer país en productos de agricultura ecológica y las producciones del sector agroganadero constituyen un tercio de nuestras exportaciones por valor superior a los 10.000 millones de euros anuales. El aceite de oliva y las frutas y hortalizas concentran en torno a las dos terceras partes de la producción del sector. El peso productivo del sector agroganadero andaluz en el mercado europeo debería situar al campesinado andaluz en una situación privilegiada para controlar los precios de sus productos. Pero en el modo de producción capitalista ocurre todo lo contrario.
2º Para Nación Andaluza la situación no es nueva ni se debe a un aumento coyuntural de determinadas producciones. Es una situación conocida hace mucho en el campo andaluz que tiene dos caras. Los precios bajos de los productos agroalimentarios son una cara de la moneda. La otra son las enormes ganancias de las grandes empresas intermediarias asociadas a la distribución y comercialización que están controlando cada vez mayor cuota de mercado de envasado y comercialización. Los gigantes del agronegocio (Bayer, Syngenta, John Deere…) mantienen al campesinado andaluz presionado por un lado con los costes crecientes de los insumos que necesitan para los cultivos y, por otro lado, con los bajos precios que pagan por el aceite de oliva DCOOP, Mercadona, Carrefour, DIA, etc. Para ellos todo es ganancia.
3º La militancia de Nación Andaluza tenemos muy claro que, bajo las reivindicaciones justas del pequeño campesinado, están actuando otros actores como la mediana y gran burguesía agraria andaluza. Actores que incluso son responsables directos de la situación actual del campo andaluz. Ello no nos impide manifestar nuestra solidaridad hacia el pequeño campesinado y sus justas reivindicaciones.
4º El hundimiento de los precios agrarios manifiesta una de las características del capitalismo en su actual etapa senil: la concentración de la producción formando monopolios a costa de arruinar a los pequeños productores. Si los precios agrarios siguen siendo cautivos de las grandes empresas del sector, decenas de pequeñas cooperativas y miles de familias tendrán que tirar la toalla y se verán absorbidas por los monopolios.
Nación Andaluza está con el campesinado andaluz en su lucha por unos precios dignos. Pero consideramos necesario ir más allá del reclamo parcial sobre los precios. Por ello planteamos al campo andaluz y sus organizaciones:
a) El Pueblo Andaluz necesita derrotar el poder de los monopolios y las mafias de la comercialización, nacionalizando las grandes empresas transformadoras y comercializadoras para asumir los procesos de producción, distribución y comercialización del producto y poniéndolos bajo la gestión y control popular.
b) Denunciamos la actitud de la Junta, del Estado español y la UE que, como representantes de los intereses de la oligarquía, han impulsado los monopolios y sus políticas de hundimiento de precios y compra de producciones agrarias a terceros países, en detrimento de los intereses del pequeño campesinado andaluz. Ellos también son culpables.
c) Señalamos la necesidad del campesinado de denunciar a los verdaderos responsables y unirse a la clase obrera del campo para defender el tejido productivo andaluz y la producción familiar de los grandes capitales que aspiran a repartirse las producciones agrarias como si de una tarta se tratase.
d) Para Nación Andaluza la reivindicación de unos precios justos no se puede disociar de la reivindicación de unos jornales justos para el proletariado agrícola.
e) Reclamamos la necesidad de una Reforma Agraria y que las tierras ociosas en manos de bancos, fondos buitres y terratenientes se pongan a disposición de las trabajadoras en paro de nuestros pueblos, primando la diversificación productiva y la producción ecológica por encima de la agroindustria que envenena el medio ambiente.
Lo que ocurre con los productos agroganaderos vuelve a evidenciar la necesidad de recuperar nuestra soberanía con una República Andaluza de Trabajadoras que establezca un control de la economía regulando la importación de aceites de terceros países, estableciendo unos precios justos del aceite de oliva, protegiendo la producción del pequeño campesinado frente a las grandes empresas y fomentando las cooperativas obreras en el sector.
¡No a los monopolios que empobrecen al pequeño y mediano campesinado andaluz!
¡Precios justos para el campo andaluz!
¡Precios justos para el campo andaluz!
Permanente de la C.N. de Nación Andaluza.
Andalucía, 18 de febrero de 2020.
No hay comentarios:
Publicar un comentario