En Andalucía la situación sanitaria continúa empeorando desde el verano y ya se han decretado nuevas medidas que en la práctica suponen algo muy parecido a un nuevo confinamiento. Ante la situación creada por las políticas anti-obreras de la Consejería de Salud y el ministerio, desde Nación Andaluza queremos señalar:
1º Nuestra solidaridad y apoyo a las miles de familias andaluzas afectadas por el Covid-19, así como nuestro respaldo a la labor de las trabajadoras del sector sanitario que trabajan en condiciones lamentables y asumiendo riesgos para su propia salud en vista de la falta de recursos para afrontar la nueva ola de contagios.
2º Que la situación actual es fruto de la actitud del gobierno delegado de la Junta y el Estado que han puesto -desde marzo- los intereses de la patronal por delante de la salud del Pueblo Andaluz. Ante las altas cifras de contagios de finales de octubre el vicepresidente de la Junta, Juan Marín (C’s), continuaba negándose al cierre de Andalucía a visitantes en el puente de “Tosantos”. Horas después tuvo que desmentirlo el propio presidente Moreno Bonilla confirmando la restricción de entradas para los días festivos.
3º Que desde marzo la Consejería no ha hecho nada para mejorar y ampliar las instalaciones hospitalarias que ya superan el 100% de ocupación en algunas zonas del país andaluz. Mientras este año se ha aumentado un 10% -hasta 452 millones €- los gastos en conciertos sanitarios con empresas privadas, los presupuestos de 2021 van por el mismo camino y Andalucía es el territorio que menos camas tiene por cada 10.000 habitantes (217,13) del Estado, casi la mitad que Aragón. En cuanto a recursos específicos contra el Covid baste recordar que -según datos de la propia Consejería- para más del medio millón de habitantes del Área Metropolitana de Granada hay tan sólo 40 rastreadores.
4º Que las decisiones que se toman desde la Consejería y el ministerio no responden a criterios científicos ni epidemiológicos sino puramente económicos. El objetivo es que las tasas de ganancia de la oligarquía sigan creciendo en virtud de la amplia denominación que abarcan las “actividades esenciales” mientras los hospitales se llenan. No se puede explicar de otra manera que no se permitan reuniones de más de seis personas y se cierren parques infantiles pero las aulas sigan abiertas con decenas de alumnas y la clase trabajadora se agolpe en medios de transporte y centros de trabajo, compartiendo espacios con decenas y cientos de compañeras.
5º Que esta pandemia está sirviendo como otra excusa para aplastar los derechos civiles y colectivos del Pueblo Trabajador Andaluz y avanzar en la deriva autoritaria del Estado español. A un incomprensible toque de queda que restringe los movimientos de población en horario nocturno se suma la discrecionalidad para prohibir movilizaciones que tiene las subdelegaciones en el estado de alarma y los nuevos pasos en la normalización del ejército español en la vida civil de las andaluzas. En este sentido recordamos que en Almería hay un equipo de rastreo de positivos formado por 31 legionarios.
Por todo ello desde Nación Andaluza pensamos que no es el momento del repliegue, sino de redoblar las energías en la movilización y la organización de la Revolución Andaluza. Frente a unos políticos psicópatas que contemplan impasibles como se saturan los hospitales andaluces y las residencias de mayores comienza de nuevo a convertirse en morgues es la hora de dar un paso adelante. Mientras desde la Junta y el Estado español se preocupan por salvar los balances económicos de los monopolios la respuestas ha de ser la organización y la lucha para la liberación del Pueblo Trabajador Andaluz.
Permanente de la C.N. de Nación Andaluza.
Andalucía, 10 de noviembre de 2020
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