Cada primavera vivimos en las calles de Andalucía una Semana Santa en la que participan los distintos aparatos del Estado en las procesiones y actos, encabezados por la Iglesia Católica, uniéndose en “comunión” para bendecir la explotación burguesa avalada en los púlpitos. Cada año caminan unidos en desfiles Iglesia, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y políticos al servicio de la oligarquía frente al Pueblo Andaluz.
A pesar de que la Constitución española y neofranquista del 78 declara al Estado como “aconfesional” en su artículo 16.3, la no derogación del Concordato firmado entre la Iglesia y el gobierno franquista en 1953 permitieron mantener los ancestrales privilegios de la Iglesia Católica. Además, abrió la puerta a la promoción y subvención pública de toda suerte de supersticiones y creencias -además de la católica- negando la neutralidad formal de las instituciones.
En la práctica, el Estado español es confesional. La financiación directa a la Iglesia Católica supera los 11.000 millones de euros, sin contar la financiación de centros educativos católicos, subvenciones autonómicas y municipales, subvenciones a actos como la Navidad, Semana Santa o Corpus, así como la financiación del mantenimiento del patrimonio de la Iglesia (gran parte de él apropiado de forma ilegítima a través de las inmatriculaciones).
A esto hay que añadir su origen inquisitorial en el siglo XVI, tras nuestra conquista y colonización. El Tribunal de la Santa Inquisición está en el origen de las procesiones, como desfile de castigo y adoctrinamiento hacia aquella población que no cumplía los mandatos político-religiosos de la Iglesia Católica.

Quinientos años después, esta celebración sostiene los mismos principios sobre los que fue creada: el adoctrinamiento de la población en la obediencia y el temor (físico y “espiritual”) a rebelarse contra quienes les oprimen. Proliferan los centros educativos donde se enseñan a niñas y niños la irracionalidad y la superstición, por encima de unos conocimientos científicos y racionales cada vez más degradados. Quinientos años de aculturación, manipulación y asimilación son regados con dinero público y con horas de propaganda en los medios, haciendo creer al Pueblo Trabajador Andaluz que es el protagonista de unos desfiles creados por el poder colonial de Castilla en Andalucía para nuestro sometimiento.
Resulta lamentable que estas celebraciones se financien con dinero público -es decir de todas- tengamos o no creencias religiosas, y sean estas del tipo que sean. Más lamentable aún es que instituciones y fuerzas políticas de “izquierdas” financien y participen en estos festejos. Los votos y los sillones prevalecen -en una estrategia cortoplacista que fortalece a las instituciones que justifican y avalan la opresión del pueblo- sobre la necesaria pedagogía política que se requiere para la organización de la clase obrera andaluza.
En Nación Andaluza nos sentimos herederas de la Constitución andaluza de 1883 que establecía en su artículo 9 “La libertad de conciencia y el libre ejercicio de todos los cultos”. Nuestra Constitución, además, rechazaba la existencia de organizaciones religiosas con poder económico (inmobiliario, financiero, empresarial o subvenciones) en sus artículos 10 y 12, como ingredientes incompatibles con una Andalucía laica, libre y socialista. Entonces y ahora, la espiritualidad institucionalizada, jerarquizada y ritualizada es una rémora para la liberación nacional y económica del Pueblo Trabajador Andaluz.
La militancia de Nación Andaluza trabajamos por una Andalucía laica y rechazamos que las instituciones financien actos religiosos de ninguna confesión. Además proponemos otras medidas como la no participación en los mismos de cargos electos o funcionarios públicos, la prohibición de recibir financiación pública (tanto de las instituciones andaluzas como de personas y organismos exteriores), el cierre de centros de enseñanza y sanitarios de las órdenes religiosas, la devolución de la Mezquita de Córdoba y de todo el patrimonio robado por la inmatriculaciones eclesiásticas.
¡Por una Andalucía libre y laica!
Secretariado Permanente de la C.N. de Nación Andaluza.
En Andalucía, a 15 de abril de 2025.
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