jueves, 28 de septiembre de 2023

Nación Andaluza por la normalización lingüística de Andalucía

 El 28 de Septiembre es el día de la Lengua Andaluza en conmemoración del nacimiento en el año 1880 del poeta y dramaturgo de Cuevas del Almanzora (Almería) José María Martínez Álvarez de Sotomayor, “Pepe Soto”. Sus textos -en los que narraba acaeceres cotidianos de su comarca natal y escritos tal y como hablaban sus coetáneos del Valle del Almanzora, en lo que llamamos “andalú”- son una muestra de resistencia lingüística a la asimilación cultural impuesta por Castilla tras la conquista de Andalucía y posteriormente por el Estado español. Aprovechando esta efeméride desde Nación Andaluza queremos manifestar:

  • La militancia de Nación Andaluza somos sabedoras de la importancia de la lengua en la transmisión del conocimiento, historia, valores sociales, como forma de resistencia ante la colonización cultural y nexo con un pasado que tratan de ocultarnos. La lengua andaluza es una manifestación más del hecho nacional andaluz y de nuestra opresión como pueblo trabajador. Su marginación y desprestigio social en los medios académicos y periodísticos un mecanismo en lo cultural para justificar el empobrecimiento secular y la actual dependencia política de Andalucía.
  • No somos las únicas que conocemos la importancia de la lengua como herramienta de soberanía. Nuestros conquistadores en el S.XV y XVI y en los siglos posteriores, llevaron a cabo una política de pretendido exterminio cultural, intentando arrancar del Pueblo Trabajador Andaluz los vínculos con su pasado, su cultura y su historia, y para ello era imprescindible eliminar matar la lengua y la escritura, evitando la transmisión de todas aquellas señas de identidad que nos hacían diferentes del conquistador. Entre las primeras “pragmáticas” (leyes) impuestas por Castilla tras la conquista de Granada, están las relativas a la prohibición de hablar y escribir en “arábigo”, refiriéndose tanto al árabe como a los dialectos del árabe que se hablaban en Andalucía, sufriendo duros castigos por hablar o escribir en “arábigo”. Se llegó incluso a realizar en la plaza de Bib Rambla de Granada el más grotesco acto de genocidio cultural conocido en la península Ibérica: la quema a manos del Cardenal Cisneros en febrero del año 1502 de millares de libros granadinos escritos en árabe.
  • A pesar de la represión lingüística, la asimilación al idioma del conquistador nunca ha llegado a completarse por la persistencia en el Pueblo Trabajador Andaluz de formas lingüísticas muy diferentes del idioma “oficial” que tratan de imponernos. Nos robaron los idiomas que hablábamos, pero hemos vuelto a desarrollar unas formas de comunicación donde la influencia de nuestro pasado es más que evidente ejerciendo una resistencia cultural inconsciente y colectiva al exterminio civilizatorio que nos imponían.
  • El andalucismo revolucionario dirigido por Blas Infante también participaba de esta visión de la lengua andaluza como una forma lingüística muy influida por las hablas medievales de Al-Ándalus: El lenguaje andaluz tiene sonidos los cuales no pueden ser expresados en letras castellanas. Al `alifato’, mejor que al español, hay necesidad de acudir para poder encontrar una más exacta representación gráfica de aquellos sonidos diría el notario de Casares.
  • Normalizar y difundir la modalidad lingüística andaluza, es una de las tareas que se impone la izquierda independentista andaluza en el camino por recuperar nuestro pasado, y con este cnquistar nuestra soberanía política plena.

Siguiendo el pensamiento de Blas Infante, consideramos que una de las prioridades de la izquierda independentista y de las organizaciones culturales andaluzas es reivindicar unas medidas políticas mínimas que garanticen la pervivencia de la modalidad lingüística andaluza:

1º Un plan de normalización lingüística: un plan que elimine los estigmas del andalú y especialmente de algunas variedades dialectales y rasgos lingüísticos andaluces especialmente estigmatizados (como el ceceo y el heheo).

2º Qué se hable andalú en Canal Sur: La introducción en la radio-televisión pública andaluza de locutoras y presentadoras que utilicen la variedad dialectal andaluza de su comarca como vehículo para transmitir la información. De forma que la selección de las mismas comprenda las variedades dialectales de todo el país andaluz.

3º Que se realice una prueba específica de conocimientos de lingüísticos a las aspirantes no andaluzas (al igual que otros territorios establecen requisitos lingüísticos y culturales para participar en sus procesos selectivos) en los procesos de oposiciones para el profesorado de lengua y literatura en Andalucía.

Permanente de la Comisión Nacional de Nación Andaluza.

Andalucía, 27 de septiembre de 2023.

jueves, 21 de septiembre de 2023

Contra la especulación y la subida del precio del aceite ¡¡Soberanía para el pueblo andaluz!!

 El aceite de oliva es un producto de primera necesidad y uno de nuestros mayores pilares culturales: la gastronomía de nuestro país, Andalucía, gira en torno al aceite de oliva y nuestra economía lleva milenios movida por ese oro líquido que durante generaciones hemos extraído de las venas verdes de nuestros campos.

Andalucía es el primer país productor de aceite de oliva del planeta, con más de un millón de toneladas de aceite por campaña, aunque en este 2022 esta producción reducida a unas 600.000.

Víctima de su situación como nación oprimida en el Estado español, Andalucía no tiene instituciones políticas soberanas -como un Estado propio- que regule la exportación de este bien básico ni establezcan precios máximos.

Durante décadas, ha transferido valor exportando el producto a granel. Sin embargo, otros países con instituciones soberanas como Turquía han suspendido la exportación a granel de aceite de oliva, como una fórmula para seguir vendiendo aceite envasado y retener su valor añadido. Ahora se le añaden unos precios prohibitivos para la mayoría de la población.

El aceite se está convirtiendo de un bien de primera necesidad a un producto de lujo para la clase trabajadora. El aceite de oliva virgen extra ha pasado de 3.57€/L a 7.10€/L, un 98.8% más caro, según el boletín semanal que emite el Ministerio de Agricultura del Estado español, el mismo ministerio que con el “socialista” Luis Planas dijo: “El precio del aceite no se puede regular a menos que llueva 4 semanas seguidas”. Es decir, tendremos que volvernos a encomendar a la Virgen del Rocío, no para que nos dé trabajo, como decía la Ministra de Trabajo del Partido Popular Fátima Báñez, esta vez para que llueva. Ni que decir tiene que con este Gobierno provisional tenemos un Ministerio de Consumo que se tendría que dedicar a la regularización de los precios, y más con el “comunista” Alberto Garzón a la cabeza, que lo único que hizo en los más de 4 años al frente del Ministerio fue poner un impuesto a las bebidas azucaradas y de paso subir el precio en zumos y batidos para niños sin azucares añadidos.

 La propia vicepresidenta del gobierno español, Yolanda Díaz, declaraba hace unos días que «necesitamos un gobierno que actúe contra la inflación y la especulación”, sin recordar que ella misma forma parte del ejecutivo estatal actual.

¿Cómo es posible que, si Andalucía es el mayor productor del mundo de aceite de oliva, un litro de este cueste más aquí que en otros lugares de Europa? Debido a la política económica colonial de extracción que el Estado español tiene sobre Andalucía y que expresa una de las características del capitalismo en su actual etapa senil: la concentración de la producción formando monopolios. Los precios del aceite de oliva siguen siendo cautivos de las grandes empresas del envasado y la comercialización de las que son extremadamente dependientes centenares de pequeñas cooperativas y almazaras que, antes o después se verán absorbidas por los monopolios. Son estos los que expolian nuestras tierras, nuestros olivares y nos arrancan de nuestras manos nuestro aceite y lo exportan barato a su Unión Europea. Y a ello ayuda también la concentración de la propiedad agraria en Andalucía es un proceso que arranca de nuestra conquista por parte de la corona castellana y que ningún gobierno del Estado español posterior ha tenido interés en solucionar, defendiendo los intereses nobiliario-burgueses. La actual estructura de la propiedad agraria es fruto de la conquista medieval y, por tanto, es ilegítima, evidenciando que la liberación social de Andalucía pasa por su liberación nacional. La sobreexplotación del proletariado en el medio rural andaluz viene, además, asociado a otros problemas como las redes clientelares, la obligación de comprar peonadas, los jornales en negro. La gran propiedad agraria no ha dejado de crecer: las propiedades agrarias en Andalucía de más de 100 hectáreas eran el 54% en 1930, hoy son casi el 70% de las existentes.

 El aceite de oliva es nuestro oro líquido, un legado histórico y cultural que debería ser repartido gratuitamente en nuestros colegios, tiendas y plazas de nuestro país. Deberíamos nadar en la abundancia oleaginosa y regalar botellas de aceite de oliva virgen debería ser costumbre en las fiestas populares de cualquier pueblo de Andalucía como antaño.

En el momento actual la única salida para que las andaluzas podamos consumir el aceite de oliva que producimos es la ruptura con el capitalismo y con los gobiernos que desde Bruselas, Madrid y Sevilla apoyan a los oleoespeculadores. La problemática oleícola vuelve a poner de manifiesto la necesidad de la República Andaluza de Trabajadoras que establezca un control de la economía regulando la exportación de aceites de oliva bajo el principio de que nuestra producción de aceite de oliva debe cubrir las necesidades de nuestro pueblo, estableciendo unos precios máximos del aceite de oliva y protegiendo la producción del pequeño campesinado frente a las grandes empresas del sector.

¡Que nos devuelvan nuestra tierra y nuestro aceite!

¡Por una economía socialista y andaluza!

Permanente de la Comisión Nacional de Nación Andaluza

Andalucía, 20 de septiembre de 2023

lunes, 4 de septiembre de 2023

Nación Andaluza ante el “informe” que desaconseja la devolución de la dama de Baza ¡No es la dama de Madrid, es la Dama de Baza y la queremos aquí!

 Hace unos días se hacía público un informe encargado por la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes española, adscrita al Ministerio de Cultura y Deporte estatal, en el que se justifica la usurpación de esta pieza clave del patrimonio arqueológico y la historia de Andalucía debido a que «cualquier variación en los parámetros ambientales derivada de un traslado de la obra puede desencadenar mecanismos de alteración física».

Desde Nación Andaluza denunciamos lo que a todas luces es una burda justificación técnica para perpetuar el expolio dado que hoy existen medios técnicos más que suficientes para trasladar a la Dama de Baza a su ubicación original sin que sufra alteración alguna de esos parámetros ambientales.

Si el Museo Arqueológico Nacional de Madrid la tiene y la tiene expuesta a los visitantes es porque se puede exponer y se puede conservar, es decir, las condiciones técnicas para ambas acciones, existen, y se conocen perfectamente, en otras palabras, el Ministerio de Cultura, vuelve a mentir a las granadinas y a las andaluzas.

Denunciamos que dicho informe señala el delicado estado de la efigie pero ignora y no valora el daño causado en su traslado desde Baza a Madrid en 1971. Si en Baza fue embalada de una sola pieza, cuando llegó a Madrid los informes señalaban que la escultura había sido troceada: «la cabeza está separa del tronco, así como las alas del trono. Casi todos los fragmentos existen y encajan perfectamente». 

Desconfiamos de los técnicos y del Ministerio de Cultura y Deportes español que obvian que el Gobierno de Madrid no es el propietario de la misma. Deberá ser el pueblo andaluz y el personal técnico andaluz quienes decidan y elaboren un plan de traslado con garantías.

Hace ya 52 años la Dama fue robada con alevosía, mentiras y falsas promesas de devolución por el régimen franquista causándole un enorme daño a la escultura. Fue un expolio en su momento, basado en una justificación falsa ya entonces, en 1971; no era verdad, ni antes, ni ahora, que se pretendiera conservar o reparar, sólo querían apropiarse del hallazgo.

Todos los gobiernos del Estado español, sin excepción, han dado la espalda a las legítimas aspiraciones de los vecinos de la comarca de Baza-Huéscar de poder contemplar en su tierra algo más que una réplica de la Dama de Baza.

La única razón para que la Dama de Baza se quede en Madrid y no regrese a Andalucía y a su comarca, es la reafirmación de las políticas de apropiación cultural y expolio patrimonial que ejerce Madrid sobre nuestro país que considera al Pueblo Andaluz como un pueblo vasallo y sometido, sin derechos políticos, culturales e históricos propios. En definitiva, lo que afirmamos todos los días desde Nación Andaluza, que somos un pueblo colonizado.

Con esta negativa del gobierno de Madrid queda claro que es una falacia el creer que a través de las instituciones del Estado o por tener uno o varios representantes andalucistas en las cortes o en el senado español va a ser posible una negociación que permita restituir lo robado. Sólo la organización y la movilización sostenida del Pueblo Andaluz puede obligar al Estado a devolver algo de lo usurpado.

Desde Nación Andaluza exigimos el regreso inmediato de la Dama de Baza, del lugar de donde nunca debió salir, para uso y disfrute público de los bastetanos y bastetanas y como posible aliciente económico para la maltrecha comarca y para toda Andalucía.

Permanente de la Comisión Nacional de Nación Andaluza.

Andalucía, 3 de septiembre de 2023.