martes, 27 de octubre de 2020

La Permanente de la C.N. a propósito de la Constitución Andaluza en su 137º aniversario (vídeo)

Nuestras camaradas y miembros de la Permanente de la Comisión Nacional Nadia Debyeche, Mariano Junco y Alí Manzano nos hablan a propósito de la Constitución Andaluza en el 137º aniversario de su redacción y firma, en la ciudad de Antequera, en 1883.

viernes, 23 de octubre de 2020

El Sindicato Unitario y Nación Andaluza ante el 137º aniversario de la firma de la Constitución Andaluza en Antequera ¡HACER CUMPLIR LA CONSTITUCIÓN ANDALUZA!

 En estos días el Sindicato Unitario de Andalucía (SUA) y Nación Andaluza (NA) conmemoramos el 137º aniversario de la firma del texto constituyente andaluz en la ciudad de Antequera. Para el SUA y NA esta fecha no es un mero aniversario nostálgico; la Constitución Andaluza continúa siendo un proyecto de Andalucía pendiente y por cumplir.

Para Nación Andaluza y el Sindicato Unitario de Andalucía hay varios elementos esenciales de la Constitución Andaluza de 1883 que las andaluzas del siglo XXI tenemos aun pendientes. Otros muchos habremos de desarrollarlos y actualizarlos, al igual que el andalucismo revolucionario de Blas Infante lo intentó implementar. La Constitución Andaluza constituye el guión a partir del cual esbozamos la futura República Andaluza:

  • SOBERANÍA: el artículo 1º de la Constitución Federal andaluza afirma que Andalucía es soberana y autónoma; se organiza en una democracia republicana representativa, y no recibe su poder de ninguna autoridad exterior. Así deja claro nuestro texto constitucional, el carácter democrático del ejercicio de la soberanía, tanto por señalar que su primera determinación es el Municipio andaluz, en el que la democracia es directa a través de la asamblea comunal, como por la elección por parte del pueblo de los representantes de todos los poderes del Estado.
  • JUSTICIA SOCIAL: el artículo 4.d) afirma que el objetivo es Estudiar en principio la igualdad social y preparar su advenimiento definitivo, consistente en la independencia económica de todos. O lo que es lo mismo, el derecho de todas al uso y al consumo de todos los satisfactores que cubran todas las necesidades para la Vida de las andaluzas.
  • ECONOMÍA DEMOCRÁTICA: Para poder tomar el camino que conduzca a la Justicia Social y, por lo tanto, la eliminación del trabajo asalariado nuestra Constitución democratiza la producción reservando una parte del poder legislativo (art. 40) a los y las representantes obreras, permitiéndose de esta forma la consideración del interés de clase en la toma de todas las decisiones. Ese poder legislativo (art. 37 r) ) ejerce la competencia de explotación de todos los bienes del Estado, considerando a las cooperativas obreras como arrendatarios preferentes del Estado. Mientras que para los trabajadores y trabajadoras asalariadas se establecen derechos -que en el presente no han sido alcanzados- como (art. 33) el derecho de huelga pacífica y la práctica de la resistencia solidaria.
  • FEMINISMO: el artículo 14º de la Constitución del Municipio Andaluz reconoce que Es absoluta la independencia social de la mujer dando el primer paso para la imprescindible liberación de su triple opresión como mujer, como trabajadora y como andaluza. Opresión que se refleja en cifras como el paro femenino del 25%, o sea, 6,6 puntos más que el masculino en nuestro país y 8,3 más que el paro femenino estatal. O en una brecha salarial que tiende a la baja en el resto del Estado, mientras en Andalucía continúa creciendo y se sitúa en el 24,4% (mientras la estatal está en el 21,9%).

Por todo ello para el Sindicato Unitario y Nación Andaluza la Constitución Andaluza es una propuesta a partir de la cual desarrollar un proyecto de liberación de Andalucía y de su clase trabajadora. Para nosotras son éstos los pilares fundamentales en los que basar cualquier proyecto andalucista. Este año en el que las condiciones sanitarias nos han impedido celebrar las VI Jornadas por la Constitución Andaluza llamamos a la lectura, estudio y a la crítica de nuestro texto constitucional.

¡Andalucía ya tiene su Constitución!

Sindicato Unitario de Andalucía – Nación Andaluza.

Andalucía, 26 de octubre de 2020.

domingo, 18 de octubre de 2020

Nación Andaluza ante los actos convocados para este domingo por la III República española

 La historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa

(K.Marx)

La crisis del Régimen del 78 está haciendo que la “izquierda” españolista busque soluciones a su falta de liderazgo social y político, al mismo tiempo que la oligarquía financiera empieza a contemplar la posibilidad de la caída de la monarquía como solución a la crisis política, económica y social que está padeciendo el Estado español.

Esta solución no es nueva, se trata de cambiar la cúpula de la pirámide de poder para que el resto continúe inamovible. El único cambio a contemplar sería la eliminación administrativa del Rey como Jefe del Estado, solución que no implica cambios políticos ni legislativos en las relaciones laborales ni económicas entre la burguesía española y las clases trabajadoras, lo mismo que tampoco implicaría el cambio en las relaciones entre las naciones oprimidas con procesos por la independencia y el Estado español.

Esta fórmula de huida (de la crisis) hacia adelante ya fue la escogida para salir de la crisis provocada por la guerra por la independencia de Cuba y las guerras carlistas, provocando la abdicación del rey Amadeo I tras el pronunciamiento militar del General Martínez Campos. Para Andalucía, la I República, con Nicolás Salmerón como presidente solo nos trajo la represión a la revolución cantonal andaluza, dejando miles de andaluzas asesinadas, encarceladas y represaliadas tras el “castigo” del General Pavía, responsable militar de la represión al movimiento cantonal que había proclamado la independencia de numerosos cantones andaluces.

La II República también llegó tras la abdicación del monarca, en este caso de Alfonso XIII. En 1931, la crisis bursátil mundial, el desastre de la guerra colonial de Marruecos y la corrupción real, provocaron que las élites económicas y militares decidieran poner punto y final a la monarquía. Esta, al igual que la I, tiene la característica de que no supuso ningún cambio en la correlación de fuerzas entre la burguesía y la clase trabajadora, manteniéndose la situación de explotación y pobreza de las clases más desfavorecidas. Al levantamiento de los obreros asturianos la República respondió con el ejército al mando del General Franco. A la necesidad perentoria de tierras por parte de los jornaleros andaluces la República española respondió con el asesinato en Casas Viejas de numerosos jornaleros a manos de la Guardia de Asalto. Ante las huelgas de trabajadores en Sevilla la II República respondió con el bombardeo con piezas de artillería del lugar de reunión de anarquistas y comunistas, la taberna “Casa Cornelio”.

Como hemos visto a través de la historia, ninguna república española ha traído la soberanía nacional que en numerosas ocasiones ha reclamado el Pueblo Trabajador Andaluz ni la soberanía económica de la clase trabajadora. Represión y explotación, tanto en las monarquías como en las Repúblicas como en las dictaduras.

Las consecuencias históricas que debemos obtener es la de la imposibilidad de reformar el Estado español, puesto que el Estado no es más que una estructura política, económica y represiva al servicio de la acumulación de capital de la burguesía. Ninguna “España” va a traer la soberanía de Andalucía ni la liberación económica de la clase trabajadora andaluza.

Nuestra lucha es contra esa estructura de explotación y represión que se llama Estado español, en cualquiera de sus formas.

Si las dos primeras repúblicas españolas fueron una tragedia para el pueblo andaluz y el resto de pueblos peninsulares e insulares y sus clases trabajadoras, esta III República con la que la “izquierda” del Régimen quiere recuperar el protagonismo perdido tras el apoyo a un partido tan reaccionario como el PSOE, se va a convertir en una “miserable farsa” de la que no van a participar las organizaciones que como NACIÓN ANDALUZA luchamos por una REPÚBLICA ANDALUZA DE TRABAJADORAS.

Nuestra lucha no va dirigida a cambiar un gobierno en Madrid y esperar a que nos conceda sus favores en función de los intereses de Estado. Si queremos soberanía hay que luchar por ella y arrancársela a quienes nos la han arrebatado.

¡Solo el pueblo andaluz salvará al pueblo andaluz!

Por la República Andaluza de Trabajadoras ¡Independencia y socialismo!

Permanente de la C.N. de Nación Andaluza.

Andalucía, 17 de octubre de 2020. 

viernes, 16 de octubre de 2020

Nación Andaluza en solidaridad con el joven preso andaluz Dani Gallardo ¡Dani libertad!

Desde Nación Andaluza manifestamos nuestra solidaridad con él y con todas las presas políticas, y exigimos su puesta en libertad sin cargos. Desde Nación Andaluza entendemos que el caso de Dani evidencia, además del carácter neofranquista del Estado español, el estrecho margen de eso que llaman “libertades” y la incapacidad de cualquier emancipación para la clase trabajadora andaluza utilizando los cauces de la democracia burguesa española.

El 16 de octubre hace un año que el joven andaluz Dani Gallardo ingresó en prisión. Su delito fue participar en una manifestación en solidaridad con Catalunya que tuvo lugar en Madrid. Acusado de los delitos de lesiones contra un agente de la autoridad, atentado, resistencia, desobediencia y desórdenes públicos, la jueza argumentó que la prisión provisional es una medida necesaria para evitar el riesgo de fuga. En noviembre se enfrenta a un juicio en el que le piden 6 años de cárcel.

Daniel tiene 21 años y vivía y trabajaba en Getafe. Es el caso de otro joven andaluz que ha de salir de su país para buscar las oportunidades que la oligarquía y sus políticos a sueldo no le ofrecen en Andalucía, si no fuera porque se le ocurrió manifestar su solidaridad con Catalunya.

Para Nación Andaluza el caso de Dani Gallardo ejemplifica de nuevo el de otro chivo expiatorio que el Estado español neofranquista utiliza para “dar ejemplo” en su deriva autoritaria. Un nuevo montaje policial-judicial cuyo único fin es la represión indiscriminada contra la disidencia política y social. En este caso agravada por la condición de Dani como joven emigrante andaluz. No hay nada en el caso de Dani Gallardo que no nos sea, por desgracia, muy familiar.

Desde Nación Andaluza entendemos que el caso de Dani evidencia, además del carácter neofranquista del Estado español, el estrecho margen de eso que llaman “libertades” y la incapacidad de cualquier avance en un sentido emancipatorio para la clase trabajadora andaluza y de otros pueblos del Estado utilizando los cauces de la democracia burguesa española.

Dani Gallardo cumple un año en prisión. Desde Nación Andaluza manifestamos nuestra solidaridad con él y con todas las presas políticas, y exigimos su puesta en libertad sin cargos. Asimismo, llamamos a nuestra militancia, adheridas y simpatizantes a participar en toda movilización en solidaridad con Dani y a difundir su caso.

¡Dani Gallardo libertad!
¡Amnistía presas políticas!

Permanente de la C.N. de Nación Andaluza.
Andalucía, 16 de octubre de 2020.

domingo, 11 de octubre de 2020

Nación Andaluza ante el 12 de octubre ¡Andalucía no tiene nada que celebrar!

El día de la hispanidad se remonta al año 1918 cuando bajo el reinado de Alfonso XIII se instituye la festividad que en principio se conoció como “día de la raza”, un término claramente racista que evoca la expansión del imperialismo castellano y la superioridad de una pretendida “raza española” sobre los pueblos conquistados.

La fiesta se consolidó bajo la Dictadura franquista, pasando al neofranquismo de la denominada “transición” con el nombre de “Fiesta de la Hispanidad”.

En 1982 un real decreto ratifica el 12 de octubre como “Fiesta de España y la Hispanidad” y ya en 1987 durante el gobierno “socialista” de Felipe González entra en vigor la ley 18/1987 estableciendo el 12 de octubre como “Día de la Fiesta Nacional de España”.

La fiesta, que siempre ha tenido un carácter racista y supremacista a pesar de los cambios de nomenclatura y formato, conmemora la conquista de América, imposición cultural y religiosa a los pueblos indígenas, la destrucción de culturas, la esclavitud de seres humanos y la explotación de los recursos naturales y humanos de los pueblos indígenas americanos.

Esta política de explotación e imposición cultural no empezó el 12 de octubre, sino el 2 de enero de 1492 cuando Castilla culmina la conquista de Al-Ándalus con la Toma de Granada. Las formas represivas que desarrollaron en Andalucía: prohibición de los ritos religiosos autóctonos, de la lengua y escritura propias, de manifestaciones culturales, confiscación de tierras, esclavitud, imposición lingüística, cultural y religiosa, genocidio físico y cultural…fueron los mismos que posteriormente se emplearon en la conquista de América.

Con la conquista de Andalucía y América comienza la expansión de la economía-mundo capitalista que da origen a la era de dominación burguesa sobre los pueblos y sus clases trabajadoras.

La idea de explotación de los pueblos y sus gentes a través de los sistemas coloniales y de “dependencia” continúa vigente más de 500 años después.

El Estado español continúa impidiendo el derecho a decidir de los pueblos sometidos a su dominio, continúa con la misma violencia hacia la resistencia cultural, política y económica, sustituyendo el grito de “Santiago y cierra España” por el de “a por ellos”, siempre como una forma arrojadiza contra los derechos y la voluntad de los pueblos.

En América, el Estado español continúa con sus políticas coloniales, bien a través de sus embajadas o de sus empresas multinacionales, apoyando golpes de Estado o gobiernos golpistas como en los casos de Venezuela o Bolivia.

El apoyo del Estado español a las políticas bélicas de EEUU y la OTAN es una continuidad de las políticas genocidas contra la población andaluza y americana del S.XV en adelante.

Andalucía, al igual que los pueblos de Abya Yala sufre la pobreza inducida por la avaricia de las élites capitalistas de occidente, con un territorio ocupado militarmente por bases norteamericanas, inglesas y españolas.

Por este motivo, las andaluzas no tenemos nada que celebrar. Todo lo contrario, expresar nuestra repulsa por un acto racista y supremacista que al igual que en Andalucía con las “tomas” y los “Pendones” celebra la conquista militar, el genocidio y el sometimiento de los pueblos a la violencia criminal de las potencias invasoras.

Este 12 de octubre el Régimen del 78 celebra con un costoso desfile militar el comienzo de sus privilegios de clase y de su dominación imperialista, con la presencia de un monarca corrupto, una clase política degenerada y envilecida y el resto de poderes del Estado que continúan con su trabajo de apuntalar los privilegios de clase que defienden los que desfilarán por las calles de Madrid. Los mismos de siempre, curas, políticos y militares mostrando al pueblo su poder.

El 12 de octubre ¡Andalucía no tiene nada que celebrar!

Permanente de la C.N. de Nación Andaluza.

Andalucía, 10 de octubre de 2020.

sábado, 3 de octubre de 2020

Ante el acuerdo sanitario del gobierno estatal y el madrileño ¡SIN SOBERANÍA NO HAY AUTONOMÍA!

En el marco del dislate que impera en la gestión sanitaria en el Estado español, donde se mezclan la salud pública y los intereses económicos de la oligarquía -con un predominio aberrante de estos últimos- en cuanto a las medidas adoptadas, el miércoles se anunciaba un acuerdo entre el Ministerio de Sanidad español y el gobierno de Madrid. Este implicaba no sólo a Madrid, sino a Andalucía y todos los territorios del Estado español con respecto a las restricciones de movilidad en ciudades de más de 100.000 habitantes a causa del Covid-19. Ayer, dicho acuerdo era rechazado y replanteado en una reunión de un consejo denominado “Interterritorial del Sistema Nacional de Salud”. Ante estos hechos desde Nación Andaluza queremos expresar:

1º En este 2020 hemos visto como varios pilares fundamentales del Estatuto llamado “de Autonomía” de Andalucía de 2007 han sido primero suspendidos en marzo y ahora ignorados. El carácter de la relación entre Andalucía y el Estado no es el de un pacto entre iguales, sino el de una supeditación política -por derecho de conquista- con las consecuencias económicas y culturales subsiguientes para el Pueblo Trabajador Andaluz. La descentralización administrativa del Estado nada tiene que ver con la soberanía política de Andalucía que consiste en la autoridad plena de un pueblo sobre sí mismo. El artículo 1º de la Constitución Andaluza redactada en 1883 decía que Andalucía “no recibe su poder de ninguna autoridad exterior”. Nada que ver con la Andalucía estatutaria actual en la que se deciden toda suerte de asuntos que afectan a la vida de las andaluzas en Madrid, Bruselas o Washington.

2º Las quejas del consejero de sanidad, Jesús Aguirre, no sirven para sacar brillo a su lamentable gestión. Desde Nación Andaluza ya pedimos su dimisión el año pasado, a raíz de la crisis de la listeriosis, y desde entonces lo hemos hecho varias veces. Cuando Aguirre deje de ser consejero la salud de las andaluzas irá un poco mejor por la simple razón de que él no estará tomando decisiones en este ámbito.

3º La lamentable gestión sanitaria del gobierno delegado de la Junta (PP-C’s-Vox) se difumina entre los dimes y diretes de las distintas administraciones del Estado, deseosas por pasarse las responsabilidades de unas a otras volviendo a demostrar como en la democracia española poco importa la salud de los pueblos trabajadores. En cuanto a la Junta, cuya autoridad emana de una cesión de competencias del Estado y no de la voluntad del Pueblo Andaluz, las carencias presupuestarias, la mala gestión y la puesta a disposición de las empresas privadas de la administración sanitaria pagada con el dinero de todas las andaluzas -tanto en el Servicio Andaluz de Salud como en otros muchos ámbitos- son manifiestas.

4º Hoy en un ámbito tan fundamental como el sanitario -y en todos los demás- hemos de concluir que sin soberanía no hay autonomía. Lo ocurrido nos demuestra una vez más que Andalucía no tiene autogobierno ni soberanía política alguna. Justo cuando necesitamos una gestión soberana que tenga los más altos niveles de eficacia para combatir la pandemia, las limitaciones de todo tipo que impone la legislación estatal y unos políticos al servicio de la oligarquía que gobiernan al Pueblo Trabajador Andaluz desde la Junta.

5º Ninguna de las medidas adoptadas por las administraciones central o autonómica serán efectivas si no se revierte la tendencia a la privatización de la sanidad y se invierte en una sanidad pública, especialmente en el aumento de centros de atención primaria y en la contratación de personal sanitario como única forma de control y seguimiento de la enfermedad.

¡Sin soberanía no hay autonomía!

Permanente de la C.N. de Nación Andaluza.

Andalucía, 2 de octubre de 2020.