lunes, 31 de agosto de 2009

NACIÓN ANDALUZA ANTE LA IMPOSICIÓN DE SÍMBOLOS IMPERIALISTAS EN GRANADA

La asamblea local de Nación Andaluza quiere hacer público su rechazo ante la reposición de un símbolo impopular como es la bandera rojigualda que hay en la confluencia entre Gran Vía y avenida de la Constitución. El malestar que la imposición dicha enseña produjo en diversos sectores de la ciudad no podía caer en balde, y como era de esperar hace unos días la bandera fue arrancada del lugar por varios jóvenes de los que no se conoce intencionalidad política concreta. No obstante, lejos de sacar conclusiones ante el incidente, el Consistorio ha vuelto a colocarla por las bravas y tirando del presupuesto público al tener que recurrir a los bomberos por encontrarse averiado el motor de elevación del cuestionado trapo. Presumiblemente, la obsesión caudillista del alcalde volverá a ser correspondida por alguien que acepte el reto de apartar nuevamente dicho símbolo de la vía pública.

Desde un principio el elemento, que fue inaugurado con todo el boato neofranquista, con desfile del ejército español incluido, no ha hecho sino generar aversión hacia un ayuntamiento cuya mayor preocupación es gastarse el presupuesto municipal llenando la ciudad de enseñas imperialistas españolistas o europeas, mientras no ofrece soluciones a un problema tan acuciante como el del paro, que afecta al 26 % de los trabajadores granadinos, y la falta de perspectivas laborales para la juventud granadina.


La enseña, impuesta por el régimen franquista y su rancio españolismo, ya ha sido varias veces sustituida generando un gasto que pagamos todos los ciudadanos. Además produce una contaminación visual en un entorno desde el que anteriormente se podía contemplar una vista única del barrio del Albayzín (barrio Patrimonio de la Humanidad) con Sierra Nevada a sus espaldas, politizando y enrareciendo un entorno que debe ser de todos. También de aquellos granadinos que solo vemos en esa bandera el rojo de la sangre de los pueblos colonizados, como el andaluz, y el color del oro robado durante siglos al pueblo trabajador.

Por todo ello, exigimos la retirada definitiva del mástil y su bandera imperialista y, en general, la devolución al pasado de todo el conjunto icono-ideológico del poderoso tardofranquismo granadino, y su sustitución por un elemento con unas dimensiones más acordes con el entorno y más plural en su contenido.

Asamblea local de Nación Andaluza.
Granada, 29 de agosto de 2009.


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