Desde Nación Andaluza, como organización política andaluza y obrera, vemos, cada vez con mayor preocupación, los sucesivos retrocesos que está sufriendo el Pueblo Trabajador Andaluz en general, y en particular la clase obrera, en sus condiciones sociales, derechos laborales, niveles de poder adquisitivo, etc., víctima de una ofensiva patronal sin precedentes que pretende imponer políticas neoliberales salvajes pretextando una crisis que es provocada por el Capital y mantenida para lograr dichos objetivos. Unas políticas predeterminadas de acentuación del empobrecimiento económico y precarización laboral global que conllevan la implementación exponencial del papel subsidiario y de subdesarrollo inducido, practicado por el imperialismo españolista en nuestra tierra. Del lugar secundario y periférico impuesto a nuestro país dentro del conjunto del mercado estatal y europeo. De acentuación del tradicional carácter dependiente y desindustrializado de nuestra economía, exclusivamente extractiva y de servicios, así como del mantenimiento artificial de bolsas de trabajo perennes, especialmente juveniles, para asegurar bajos costes y mayores ganancias. Los porqués de nuestras problemáticas socioeconómicas se muestran de nuevo como ajenos. Una imposición estructural de condiciones originada en el hecho de ser colonia interior.
Éstas políticas se están pudiendo realizar sólo gracias al apoyo legislativo de las instituciones estatales y “autonómicas”, así como al imprescindible colaboracionismo de la domesticada “izquierda” del régimen y los sindicatos “mayoritarios”. A las execrables actitudes entreguistas de la socialdemocracia y al escrupuloso cumplimiento de las tareas encomendadas por el Sistema de contención del descontento popular que los sindicatos CCOO y UGT están llevando a cabo. Tras el llamado Pensionazo, la Reforma Laboral de 2010 y la de la Negociación Colectiva de este año, la patronal y sus títeres del PSOE ya han anunciado que se van a iniciar las conversaciones para la reforma tanto de las bases de contratación como de las salariales. Reformas que anticipan nuevos retrocesos en derechos adquiridos y aún mayores pérdidas de poder adquisitivo por la clase obrera andaluza si no logramos impedirlo. No es casualidad que en el horizonte de estas negociaciones esté la histórica reclamación de los empresarios de un “contrato único”, que sin duda va a suponer reducir la tipología de contratación al modelo más barato y ventajoso para las empresas, y que apuntan hacia el objetivo final de acabar con toda negociación colectiva y la consiguiente indefensión del trabajador ante el arrollador poder de la Administración y la Patronal.
El destino de las clases populares andaluzas, y de la clase obrera en particular, está ya prefijado por los poderes fácticos. Si no se imposibilita, plantándoles cara de manera inmediata y decidida, el futuro sólo nos deparará aún mayores cotas de empeoramiento en la realidad social y laboral de nuestra tierra. Es absurdo seguir confiando en “giros a la izquierda” por parte de unos sindicatos “mayoritarios” que hace varias décadas que renunciaron a la lucha de clases y apostaron por la “concertación social”, por la conciliación de clases, retomando así las tradiciones teóricas propias del sindicalismo corporativista, y transformarse, como éste, en estructuras institucionalizadas del Estado. Aunque mantengan las formas, hace mucho tiempo que CC.OO. y UGT renunciaron a ser sindicatos de clase para convertirse en pilares sustentadores del Sistema. En unas instituciones dependientes del Estado cuyo papel en el mundo laboral es ser los capataces del Capital. Claro está que en sus filas militan centenares de sindicalistas bienintencionad@s, y es indiscutible el que cuentan con cientos de miles de trabajadores/as afiliad@s, también ambas circunstancias se daban en sus antecesores verticalistas, no constituyendo argumentos que variasen el análisis. En ambos casos, son sus planteamientos y actuaciones lo que determinan papeles y adjetivaciones.
Ante este estado de cosas, ha llegado el momento de que los sindicatos alternativos andaluces retomen la iniciativa. Aquellos que no están atados por las hipotecas financiadoras del Estado y el Capital, los que aún no se han “profesionalizado” y convertido en agencias para el control obrero, los que mantienen levantada la bandera de la defensa, en exclusividad, de los intereses de los trabajadores, y que conciben esa defensa como lucha de clases y combate anticapitalista, esos son sobre los que recae la responsabilidad histórica de dar ya un paso adelante y ponerse a la cabeza de un frente del rechazo popular y obrero a las agresiones de España y Europa. Sólo a ellos les corresponde cumplimentar ese papel. De ellos es la responsabilidad. Esa es la razón de que Nación Andaluza lleve desde hace tiempo reclamándoles la unidad de acción. La imperiosa e ineludible necesidad de conformar un bloque unitario del sindicalismo de clase andaluz. Bloque que no busque la unidad con CC.OO. y UGT sino desenmascararlos y sustituirlos como referente.
En éste sentido, es de destacar el ejemplo de los pasos que en la dirección del trabajo en común y la diferenciación con respecto a los sindicatos del régimen vienen desarrollando en Granada el SAT, junto a otros sindicatos antisistema, como CGT y Co.Bas., que ha terminado configurándose en un Bloque Sindical Alternativo Granadino, que esperamos sea una realidad estable y se amplíe con la aportación y participación del resto de organizaciones sindicales de clase. Pero Granada no es suficiente. En toda Andalucía debe constituirse un ámbito sindical de acción unitaria capaz de detener esta dinámica antipopular. Que siga idéntico camino al emprendido por los compañer@s granadin@s. Hay motivos más que de sobra para que el sindicalismo alternativo andaluz se reuna y elabore una estrategia de mínimos comunes a cumplir conjuntamente. Un espacio sindical que promueva la unidad de acción estable frente los ataques concretos que sufre la clase obrera. Que acabe con la resignación y conformismo que pretenden instalar en las clases populares CC.OO. y UGT, encabezando la rebeldía del Pueblo Trabajador Andaluz contra los envites del Capitalismo.
Es la hora de dar un vuelco cualitativo a la situación. La Huelga General del año pasado reflejó la necesidad de profundizar y reforzar la unión de fuerzas del sindicalismo de clase y combativo en Andalucía. Si en Madrid el sindicalismo institucionalizado mercadea con nuestros derechos a cambio de prebendas propias dentro del Régimen, desde Andalucía el sindicalismo al margen del Sistema tiene la oportunidad de organizarse y construir una respuesta verdaderamente de clase, activista y luchadora, en confrontación a la constante pasividad y derrotismo premeditado del que hacen gala CC.OO. y UGT. No actuar así, seguir priorizando diferencias en lugar de coincidencias, optar por ser cabeza de ratón en lugar de parte del cuerpo de un león, o conformase con ser “cola crítica” de movilizaciones ajenas en lugar de cabeza conductora de las propias, sería una traición a nuestro pueblo, a la clase obrera, e incluso a sí mismos, a la propia razón de su existencia como sindicatos obreros. Conllevaría, además, hacer precisamente lo que el Sistema espera de ellos, que no se interpongan y no constituyan una oposición efectiva y determinante a sus planes.
El tiempo transcurrido ha supuesto un aumento continuado del peso que sobre las espaldas de las clases populares, y en particular la obrera, está teniendo las “soluciones” a la crisis que están aceptando la “izquierda” domesticada y los sindicatos del régimen, al extremo de que la carga ya es insostenible. En una tierra tan rica como Andalucía es un crimen que se llegue incluso a hablar a la juventud de “emigrar” para trabajar, y a l@s trabajadores/as con más de 40 de “su lamentable baja empleabilidad”. Nuestro pueblo no se encuentra en la postración por la carencia de recursos o posibilidades de nuestra tierra, sino por la esquilmación que de los unos y la negación de los otros ha realizado el régimen neocolonial impuesto que padecemos. Es la oportunidad para el sindicalismo andaluz de clase verdadero, el que no ha trocado la confrontación por la rendición, de dar muestras de generosidad, madurez y responsabilidad, uniéndose en una lucha común que implique no solo a los trabajadores en los tajos, sino al resto de sectores populares y a sus colectivos, allí donde se hallen: asociaciones de vecinos, colectivos juveniles, estudiantiles, asociaciones de consumidores, de pensionistas, colectivos culturales, medioambientales, pro derechos sociales, organizaciones corporativas, políticas, etc. Que no se reduzcan las jornadas de lucha y las huelgas a l@s trabajadores/as, las empresas y polígonos, sino que abarque a todas las clases populares y toda la localidad. Unas luchas y huelgas que sólo pueden ser encabezadas y dirigidas por l@s trabajadores/as, a través de las convocatorias de sus auto-organizaciones de clase, de sus sindicatos obreros. A ellos les corresponde el protagonismo, mientras a los demás y sus colectivos, el apoyarlas, secundarlas y reforzarlas, con su colaboración y participación activa.
Por todo lo expuesto, manifestamos la necesidad de emplear las fechas estivales para comenzar los contactos, alcanzar una plataforma reivindicativa común de mínimos, y conjuntar estrategias, con vistas a iniciar la organización de una serie de actuaciones y jornadas de lucha continuadas, que creen las condiciones que permitan desembocar en la convocatoria de una nueva Huelga General. Una Huelga General Popular Andaluza de carácter integral y prolongado, organizada por un bloque conjunto del sindicalismo alternativo andaluz. Popular por su carácter de convocatoria amplia. Andaluza por el marco referencial. Integral porque no se reduce exclusivamente a lo económico-laboral. Prolongada porque sería de duración indefinida, con ambición de permanencia y atemporalidad, hasta el logro de los objetivos propuestos. Una Huelga General que sería capaz de hacer sentir a empresarios e instituciones la fuerza del Pueblo y la clase obrera, obligando a retroceder al Gobierno en su pretensión de acabar con los escasos derechos aún no recortados, a restaurar los ya arrebatados, y a imponer coto a la depredación especulativa del Capitalismo.
Nación Andaluza muestra su convencimiento de que ha de ser nuestro sindicato de referencia, el Sindicato Andaluz de Trabajadores/as (SAT), por su misma base andaluza y de clase, su ideología nacionalista y anticapitalista, y su carácter combativo y a pie de tajo, quien tiene que dar el primer paso y jugar un papel fundamental en este proceso de acumulación de fuerzas. Es por tanto el SAT el primero que debe priorizar, entre sus objetivos estratégicos, lograr la unidad de acción del sindicalismo antisistema de nuestro país, dando los consiguientes pasos necesarios en tal sentido y siendo referencia y ejemplo en la decisión y constancia en la política de aglutinación de fuerzas y esfuerzos. Llamamos también a todos nuestros militantes y simpatizantes, al resto de individuos y colectivos de la izquierda soberanista andaluza, a l@s afiliad@s del SAT y el resto de sindicatos alternativos, a impulsar esta idea unitaria en las estructuras asociativas, organizativas y sindicales en las que estén. A exigir el inicio inmediato de la toma de contactos entre los distintos sindicatos, con el objetivo de comenzar a dar forma en los próximos meses a ese caminar hacia la unificación de criterios, tácticas y actuaciones, que permitan comenzar las acciones conjuntas y jornadas de lucha que permitan desembocar en la convocatoria firme, común y propia, de una Huelga General Popular Andaluza integral y prolongada, que haga pasar al Pueblo Trabajador Andaluz de una situación defensiva a ofensiva, acabando con la situación y transformándola según sus intereses.
Hacemos, en definitiva, un llamamiento a todos los andaluces y las andaluzas con conciencia nacional y de clase a ser plenamente conscientes de la gravedad de la situación, de la gran importancia del momento histórico y de la imperiosa necesidad de tomar las riendas de nuestro destino, como pueblo y trabajadores. Ha llegado el momento de oponernos frontalmente a los designios de la UE, el FMI, el Banco Mundial, y demás fieles siervos de la rapiña del imperialismo capitalista y la especulación financiera internacional. Basta de perder derechos. Basta de que aumenten sus ganancias a costa de nuestras carencias. La clase obrera andaluza tiene que dar un paso al frente contra tanta injusticia y romper con las cadenas del miedo con las que los manijeros del Sistema pretenden mantenernos en permanente inmovilización, silencio y sumisión. Como dejo escrito en nuestro Himno Nacional Blas Infante: “Andaluces levantaos, pedid tierra y libertad”. Es la hora de iniciar la lucha por nuestra tierra y por nuestra libertad. Por nuestro futuro, el de lo nuestro y el de los nuestros. Juntos podemos. Juntos seremos. Juntos venceremos.
¡Por un Bloque Unitario del sindicalismo de clase andaluz!
¡Por una Huelga General Popular Andaluza integral y prolongada!
¡Por una Huelga General Popular Andaluza integral y prolongada!
¡Viva la Andalucía trabajadora y rebelde!
¡Viva la lucha obrera!
¡Viva Andalucía libre y socialista!
¡Viva la lucha obrera!
¡Viva Andalucía libre y socialista!
Nación Andaluza – Comisión Permanente
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