domingo, 22 de julio de 2012
21 DE JULIO, DÍA DE LA INDEPENDENCIA DE ANDALUCÍA
Entre el 18 y el 20 de julio de 1873, en las principales poblaciones de nuestro país los sectores más avanzados de las clases populares se levantan en contra del centralismo y la reacción social españolista, constituyendo en ellas sus cantones federales, libres e independientes. El 21 de julio, representantes de los diversos cantones, y en un lugar tan simbólico como el de Despeñaperros, proclamarán: “En Despeñaperros, histórico e inexpugnable baluarte de la libertad, se enarboló ayer, por las fuerzas federales que mandan los que suscriben, la bandera de independencia del Estado Andaluz (…) Terminemos, pues, nuestra obra. Completemos la regeneración social y política de esta tierra clásica de la libertad y de la independencia”. La proclama concluía dando vivas a “la Soberanía administrativa y económica del Estado de Andalucía”.
Diez años después del fracaso del movimiento, tras la imposición a sangre y fuego del “orden” social capitalista y estatalista por parte del republicanismo español, se reunirán en Antequera, aprobando el 29 de octubre un texto constitucional para nuestra nación, en cuyo artículo 1º se afirma: “Andalucía es soberana y autónoma; se organiza en una democracia republicana representativa, y no recibe su poder de ninguna autoridad exterior al de las autonomías cantonales que la instituyen por este Pacto”.
Tanto a la proclamación cantonalista del Estado Andaluz como a ese artículo 1º de la constitución andaluza, como él la denominaba, era a lo que Blas Infante se refería cuando, tras haber sido acusado por el gobierno de la II República Española de formar parte de un complot separatista y revolucionario para derrocarla, declara sin ambages: “Sí, nosotros aspirábamos, y aspiramos y seguiremos aspirando a la elaboración de un Estado libre en Andalucía”, así como que con dicha expresión hacía referencia a la “Andalucía soberana
constituida en democracia republicana que dice el artículo primero de la constitución elaborada para Andalucía por la Asamblea de Antequera”.
Hace 139 años, los revolucionarios andaluces ya interrelacionaban y unificaban las luchas de liberación nacional y social en un mismo concepto, el de la independencia. Y hace ochenta y dos, el Padre de la Patria Andaluza retomaba esas bases soberanistas como cimientos ideológicos del andalucismo histórico y como pilares estratégicos para construir la Andalucía libre. Actualmente, esos mismos principios y objetivos: los de la liberación política y económica del Pueblo Trabajador Andaluz, continúan conformando la única alternativa global capaz de transformar radicalmente la realidad de nuestra tierra. Hoy, como entonces, combatir por la independencia y el socialismo, contra España y Capital, siguen siendo la definición de la revolución andaluza. La lucha por una Andalucía soberana constituida en República Andaluza de Trabajadores, continúa.
¡Por Andalucía libre y socialista!
En Andalucía a 21 de julio de 2012.
Comisión Permanente de Nación Andaluza.
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