A juicio de la militancia de NA, Andalucía sufre una triple agresión imperialista: española, británica y estadounidense. Por ese motivo se ha planteado en su última Asamblea Nacional como objetivo prioritario el desmantelamiento de las instalaciones militares foráneas procedentes de cada una de esas instancias de opresión nacional.
Según lo acordado en la ponencia colectiva El socialismo infantista, la vía andaluza al socialismo, que ha sido aprobada en su reciente XIV Asamblea Nacional (descargable pinchando aquí), celebrada en Almería, Andalucía sufre una triple agresión imperialista: la ocupación territorial por España, así como la de Gibraltar por parte del ejército británico y las bases de Rota y Morón bajo control estadounidense. Este análisis se enmarca dentro del apartado de dicha ponencia relativo a la “Ruptura con el imperialismo. Solidaridad y apoyo mutuo internacionalista”, perteneciente a su vez a un bloque de contenidos que aborda el camino hacia una Andalucía libre, a través de la instauración de una República Andaluza de Trabajadores/as sobre la base de la ruptura con el orden actual y el ejercicio de una soberanía efectiva para nuestro País, que suponga una alternativa real a la Andalucía actual.
De acuerdo con el análisis de Nación Andaluza, España constituye la concreción del imperialismo capitalista a nivel peninsular y tanto todo Estado Español como cualquier Unión Europea conforman sendas y complementarias superestructuras administrativas coercitivas sobre los pueblos controlados bajo su yugo. A estas instancias encaminadas a facilitar los intereses del capital se suma otra de tipo expresamente militar, la OTAN, policía interna e internacional que los protege. En el actual contexto internacional, NA considera más necesario que nunca el antiimperialismo, entendido como lucha contra todo dominio, ocupación, subordinación forzada, colonización, esquilmación o explotación, ya sea política, económica, social, cultural o militar, de unos pueblos, naciones o Estados sobre otros.
“Todo pueblo tiene derecho a su libertad colectiva y a la posesión de su identidad, su tierra y sus riquezas”, por lo que el combate por la recuperación de la soberanía de los pueblos forma parte de la lucha contra el imperialismo capitalista internacional. El documento aprobado por la organización independentista, socialista y feminista andaluza establece que el imperialismo actual constituye una nueva etapa del capitalismo que arranca desde finales del siglo XVIII caracterizada por su internacionalización y globalización creciente. Este momento de la expansión capitalista se caracteriza por la concentración de la producción en grandes monopolios que dominan los mercados del planeta, lo que ha llevado a la estructuración de corporaciones transnacionales que controlan la totalidad de los procesos productivos, desde la extracción de materias primas hasta su elaboración, manufactura y distribución. Esto acaba con toda competencia o libertad de comercio y obliga a los pueblos a subordinarse a sus criterios e intereses mediante la renuncia forzada a su soberanía nacional y a la satisfacción de sus propias necesidades. El imperialismo utiliza las fuentes financieras como elementos encadenantes, su pseudocultura como herramienta de alienación y los estados occidentales como fuerzas mercenarias que hagan factible, aseguren y perpetúen el sometimiento de dichos pueblos.
En este sentido, tal como recoge el documento de Nación Andaluza, “ser antiimperialista, en Andalucía, es luchar por nuestra soberanía popular, nuestra independencia nacional, nuestra integridad territorial y el desmantelamiento de instalaciones militares foráneas”.
Andalucía, 30 de enero de 2018.
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