miércoles, 22 de febrero de 2023

Nación Andaluza ante el 523º aniversario de la quema de libros en Plaza Bib Rambla ¡No podréis quemar nuestra historia!

En 1502 las paredes de la plaza Bib Rambla de Granada se iluminaron con las llamas que arrasaron con miles de libros granadinos. Daba igual que los libros fueran científicos, filosóficos, literarios o de temática religiosa, ninguno escapó al cardenal Cisneros (confesor de Isabel de Castilla) que desarrolló una terrible campaña de represión y persecución de las granadinas. Se forzó la conversión, se incautaron sus tierras y propiedades y se prohibió la lengua, los bailes y las costumbres populares. Lo que se perseguía, tras la apariencia de la “conversión forzosa”, no eran metas religiosas sino político-sociales. Quemar las raíces del Pueblo Andaluz, borrarle su identidad y su memoria, para facilitar el mantenimiento de la conquista castellano-católica y la perpetuación del expolio y la explotación.

Unos años antes -en 1499- había llegado a Granada su cruenta campaña de represión. Tal actitud (que suponía el incumplimiento de las Capitulaciones por las que se acordó la rendición del reino de Granada ante Castilla) provocó un alzamiento contra los conquistadores que Cisneros aprovechó para asaltar la Madraza (la universidad nazarí granadina) fundada por Yusuf I en 1349. Su biblioteca -refugio de miles de textos andalusíes- fue arrasada y los miles de libros que contenía fueron llevados a la cercana plaza de Bib-Rambla donde ardieron públicamente en una gigantesca hoguera. Esta quema de libros es considerada una de las más grandes de las acontecidas en Europa. Tan solo unos 4.000 ejemplares que Cisneros y los suyos consideraron de interés fueron salvados y hoy se encuentran en la biblioteca de El Escorial (Madrid).

En 2019 -siendo alcalde Francisco Cuenca (PSOE)- pedimos al Ayuntamiento que se hicieran las gestiones oportunas antes las administraciones para que los cuatro mil manuscritos se devuelvan a Granada para que sean custodiados en nuestra ciudad, de la que no debieron salir nunca, cuando fueron salvados de la quema. No recibimos respuesta.

Unos años después un discípulo de Cisneros, Diego de Landa, realizó la quema de los códices mayas en el Yucatán. En ambos casos se trataba de quemar, con las páginas de estas obras, las culturas originarias de Andalucía y América imponiendo la de Castilla. Aún hoy se siguen persiguiendo y quemando libros, como ocurre en Ucrania. También por el interés del imperialismo contemporáneo y sus socios de la OTAN de eliminar cualquier vestigio de toda cultura opuesta al hegemón, en este caso la rusófona que cuestiona el relato del régimen ucronazi de Zelenski.

Desde Nación Andaluza demandamos que los manuscritos andalusíes vuelvan a Granada y denunciamos que esta fecha forma parte del espíritu del 2 de enero que el Ayuntamiento continúa celebrando. Un hecho que nos demuestra que la conquista de Andalucía no es motivo de celebración alguno, sino todo lo contrario. Que festejar la “Toma” es celebrar el racismo de Estado, el intento de quemar nuestras raíces, el fanatismo religioso y la intolerancia cultural

¡No podréis quemar nuestra historia!

¡Viva Andalucía libre!

Asamblea local de Nación Andaluza.

Granada, 22 de febrero de 2023.

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