jueves, 4 de diciembre de 2008

CONVOCATORIA GRANADINA: 4 DE DICIEMBRE-DÍA NACIONAL DE ANDALUCÍA

Desde Jaleo!!! y Nación Andaluza convocamos a l@s granadin@s hoy 4 de diciembre, Día Nacional de Andalucía. ¿Y por que hoy? Porque hace 31 años se dio en las calles de toda Andalucía la mayor expresión popular de este país pidiendo libertad, autogobierno y el reconocimiento como nación.
La llamada Transición, aunque bien se le podría llamar continuismo, se dio en un contexto de crisis económica internacional dominado por la Guerra Fría. Ante esto la oligarquía española, al servicio de sus intereses y siempre bajo la tutela de los Estados Unidos y los estados imperialistas europeos, no podía permitir que se cumplieran las reivindicaciones políticas y sociales que empezaron a darse en todas las naciones del Estado español. La conflictividad obrera junto con estas reivindicaciones nacionalistas hicieron a la oligarquía ceder terreno a la izquierda
domesticada española y a los partidos nacionalistas conservadores de Cataluña y Euskadi, pero el resto de partidos de izquierdas quedaron ilegalizados y sometidos a represión. Pero de Andalucía no se esperaba reivindicación nacional alguna en este contexto de cambio.
Sin embargo, el 4 de Diciembre de 1977 se desmoronó el mayor mito existente sobre Andalucía: que aquí no se daba conciencia, ni siquiera sentimiento de diferenciación y mucho menos voluntad de reivindicar instituciones propias de autogobierno. El pueblo andaluz se echó a la calle ante un modelo de Estado que pretendía dejarlo en desventaja, políticamente hablando, con el resto de naciones. Y digo políticamente porque en el ámbito social y económico la situación difícilmente podía ser peor. La Andalucía de finales de los 70 y principios de los 80 presentaba una situación social y económica dramática, especialmente en el medio rural, donde la agricultura empleaba en 1975 al 30.4% de la población activa andaluza, y en el que el paro, el hambre, y la marginación golpearon duramente. La crisis económica nos afectó gravemente; la “válvula de escape” que para Andalucía, a partir de los años 50 del siglo pasado, supuso la emigración hacia otros territorios del Estado español y Europa, se cerró, y muchos de los que abandonaron Andalucía regresaron ante la falta de oportunidades y perspectivas en los lugares tradicionales de emigración andaluza que igualmente se vieron afectados por la crisis.
Aquel día, hace exactamente 31 años, el pueblo andaluz se echo a la calle en memoria del levantamiento popular iniciado 4 de diciembre de 1868 en Cádiz y que posteriormente se extendería por toda Andalucía ante el giro conservador y antipopular de la I Republica española.
El 4 de diciembre del 77, también en Cataluña, 60000 andaluces salieron a reclamar el autogobierno desde el exilio. Solo se portaban en aquellas multitudinarias manifestaciones la bandera verde, blanca y verde y se despreciaba por completo la rojigualda que durante siglos, pero especialmente desde 40 años atrás, solo había traído opresión a esta tierra. Nuestra bandera, la arbonaida, se convirtió por aquel entonces en el emblema de todo lo que fuera popular y obrero, desde asociaciones de vecinos a huelgas obreras.
El 4 de Diciembre de 1977 fue un claro acto de conciencia y autoafirmación nacional que el régimen postfranquista debía reconducir y desactivar a cualquier precio. La reivindicación
andaluza no estaba prevista en los planes de la oligarquía española. Un año más tarde, en 1978, se firma el “Pacto de Antequera” que supone reconducir la movilización popular andaluza hacia los 4 DE DICIEMBRE- DÍA NACIONAL DE ANDALUCÍA límites de la Constitución monárquica, negando ya expresamente el reconocimiento de Andalucía como nacion y el derecho a la autodeterminación.
Para la izquierda independentista andaluza el 4 de diciembre sigue siendo, como lo fue hasta 1980, nuestro Día Nacional, ante la traición que supuso el régimen estatutario instaurado tras el referéndum del 28 de Febrero a las aspiraciones populares expresadas en las calles en esos años.
Un estatuto insuficiente como bien lo demuestra la situación de la Andalucía actual.
Hoy día, cuando la crisis del sistema capitalista se hace patente, los andaluces tenemos más razones que nunca para salir a la calle a exigir los derechos que como pueblo, nos corresponden.
Tras más de una década en la que las clases dominantes, que se han enriquecido usurpando el fruto de su trabajo al Pueblo Trabajador Andaluz y esquilmando nuestro medio natural, unos cuantos meses de crisis han puesto al descubierto su carácter. Una burguesía pirata cuya única aspiración es mantener sus márgenes de beneficios. Basta con ver como se disparan las tasas de paro en Andalucía, acercándose ya al 20% de l@s trabajadores/as, fruto del modelo económico irracional e injusto que se ha promovido en Andalucía. Un modelo que para su imposición ha contado con el beneplácito de los aparatos legislativo, ejecutivo y judicial del estado español y su lacaya Junta de Andalucía. Un modelo en el que Andalucía no ha de ser otra cosa que un lugar de vacaciones, o una fábrica de emigrantes para las áreas industrializadas del norte del estado y Europa.
Mientras, el Gobierno español desvía millones y millones de euros públicos a los grandes bancos de esos espacios industrializados, robándoselo a l@s trabajadores/as. Esta vez, con la excusa de la crisis capitalista, los grandes flujos de capitales vuelven a dirigirse hacia donde el capital se encuentra más concentrado. Y reafirma la situación periférica de nuestro país.
Tras unos meses de crisis se hace evidente el carácter de Andalucía como nación oprimida en el contexto estatal. La causa última de esta problemática es el secuestro de nuestra Soberanía Nacional. Mientras no recuperemos nuestra libertad de decisión sobre nosotros mismos y nuestra tierra, nuestro futuro lo seguirán decidiendo en Madrid, Bruselas o Washington.
Esta crisis hace patente la necesidad de que Andalucía cuente con capacidad legislativa y ejecutiva plena que nos proporcione la capacidad de actuar según los intereses de nuestro pueblo, con instrumentos financieros concretos como una Hacienda Pública Andaluza y un Banco Nacional Andaluz. Unos requisitos para poder afrontar con unas mínimas garantías el desarrollo socioeconómico de nuestro país y del Pueblo Andaluz para lo que se hace necesario quebrar la Constitución española y el estatuto actuales.
En los próximos meses los andaluces nos jugamos mucho. No podemos permanecer callados. Por el futuro de Andalucía, los Pueblos y la Humanidad, hemos de exigir nuestros derechos como nación, y retomar el camino de esperanza que significó aquel 4 de diciembre.
¡Viva Andalucía libre y socialista!

Nación Andaluza
Jaleo

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