El próximo 27 de septiembre se celebran elecciones en Cataluña. La fuerzas nacionales catalanas coinciden en el carácter plebiscitario de los comicios, como expresión de la voluntad del pueblo catalán a propósito del camino emprendido hacia la constitución de una República Catalana. Este carácter plebiscitario no es opinable, sino que se basa en un hecho manifiesto, el agotamiento del Estado autonómico actual en Cataluña. Un agotamiento que se plasmó en el rechazo por el Tribunal Constitucional español del Estatuto aprobado en el Parlamento Catalán en 2010. Este hecho se enmarca en un fenómeno a escala estatal: el agotamiento de la Constitución española de 1978 y del propio Estado español neofranquista que salió de la misma.
El Estado español es una cárcel de pueblos. Una construcción histórica que es la expresión hegemónica del imperialismo en la Península Ibérica y que se basa en la negación y el sometimiento de los Pueblos Trabajadores que ocupa, como el Andaluz y el Catalán, y en el pacto entre distintos sectores de las clases dominantes peninsulares para explotar a estos pueblos en beneficio propio. Un Estado imperialista en el que las clases dominantes han adoptado el inmovilismo como forma de enmascarar su agotamiento. Las distintas reformas estatutarias (como la del Estatuto de Andalucía) intentaron sin éxito ocultar (de manera preventiva) la senilidad del Estado de las autonomías y la Constitución de 1978. En este momento, una hipotética independencia de Cataluña no haría sino beneficiar al Pueblo Trabajador Andaluz que tiene a sus máximos explotadores en España y el Capital. Debilitando a España, la Andalucía trabajadora se haría más fuerte y dispondría de opciones ahora mismo impracticables por el poderoso ejercicio de alienación, combinado con la represión que realiza España sobre el Pueblo Trabajador Andaluz.
El Pueblo Catalán (como el Andaluz) tiene derecho a gobernarse a sí mismo. Tiene derecho no sólo a expresarse en un referéndum oficial, cosa que el Estado español le niega, sino a llevar a cabo de forma efectiva la voluntad de separación del Estado español si así lo desea. Las posiciones unionistas (de izquierda y derecha) que sitúan a la Constitución española como intocable no demuestran más que el carácter neofranquista de España, que pretende convertir sus leyes en mandatos divinos cuando es necesario para la continuidad de las clases dominantes. Las amenazas veladas de una posible utilización del artículo 155 (que supondría una intervención de la Generalitat) o aún del artículo 8 (que permite la intervención del ejército para salvaguardar la unidad del Estado) de la Constitución de 1978 nos muestran un Estado fascista que es incapaz de respetar la voluntad de las poblaciones que gobierna.
El Pueblo Trabajador Andaluz sufre la opresión del Estado plasmada en las tasas de desempleo, de renta per cápita, en la distribución de la riqueza, alfabetización, precariedad laboral... En nuestra alienación cultural y en la negación de nuestra soberanía política usurpada por España. Una de las manifestaciones históricas de esa opresión ha sido la emigración que motiva que, a día de hoy, más de dos millones de andaluces continúen viviendo fuera de Andalucía ante la falta de perspectivas vitales en nuestro país. La emigración es un hecho histórico pero también actual. El Pueblo Andaluz es cada vez menos dueño de su país, de sus recursos, de su tierra y de su futuro. Más de un millón de esos andaluces obligados a emigrar vive actualmente en Cataluña. El 27 de septiembre tendrán la oportunidad de ayudar, no sólo al Pueblo Catalán, sino al Pueblo Andaluz, propinándole un puntapié al Estado que les ha obligado a dejar su país y vivir lejos de los suyos. Debilitando a España y, por lo tanto, fortaleciendo al Pueblo Trabajador Andaluz.
Desde Nación Andaluza, organización de izquierda independentista andaluza, no solemos expresarnos a propósito de los procesos electorales que se producen en otros pueblos. El más de un millón de compatriotas que viven en Cataluña, así como la importancia de estas elecciones, no sólo para Cataluña sino para el resto de pueblos que sufrimos el Estado español, son las razones por las que en esta ocasión nos vemos obligados a posicionarnos. Para Nación Andaluza sólo hay dos candidaturas que expresen una voluntad nacional catalana. Las candidaturas unionistas de diversos colores no son más que la misma expresión del españolismo con distinta tonalidad. Rechazamos estas posiciones políticas conciliadoras con el españolismo en Andalucía. Lo que nos es bueno para el Pueblo Trabajador Andaluz no puede ser bueno para el Pueblo Trabajador Catalán y por ello, coherentemente, rechazamos las candidaturas estatalistas (PSOE-PSC, Catalunya Si que es pot(IU-PODEMOS), PP, Ciutadans...) como opción en el caso catalán. La candidatura de “Junts pel sí” reúne distintas posiciones políticas que se caracterizan por su aceptación del sistema económico capitalista y del democracia burguesa actual y, por lo tanto, no podemos expresar nuestro apoyo hacia esta opción. Sólo las Candidaturas de Unitat Popular (CUP) aglutinan de forma expresa la liberación nacional catalana con la liberación social del Pueblo Trabajador. Sólo en las CUP observamos unas posiciones políticas abiertamente independentistas y anticapitalistas y unas prácticas políticas que pretenden empoderar al pueblo y no continuar usurpándole su soberanía. Unas posiciones independentistas y anticapitalistas que son las que, con la distancia natural que imponen dos realidades nacionales diferenciadas, desde Nación Andaluza mantenemos y que se condensan en nuestro caso en la reivindicación de una República Andaluza de Trabajadores/as.
El 27S tendrá repercusiones, no sólo en Cataluña, sino también en Andalucía. Nuestra posición no es sólo fruto de ser NA una organización internacionalista sino de nuestra lucha por la liberación de Andalucía y su Pueblo Trabajador. Por todo ello, Nación Andaluza manifiesta su apoyo a las candidaturas de la CUP para los próximos comicios catalanes. Asimismo, NA pide a sus militantes y simpatizantes en Cataluña que apoyen las candidaturas de la CUP, así como que el próximo 27 de septiembre su voto sea para la única opción que se enfrenta expresamente a los dos enemigos de Andalucía: España y el Capital. Que su voto sea para las CUP.
¡Sí a la República Catalana!
¡Por la libertad de Cataluña y Andalucía!
¡Por la República Andaluza de Trabajadores/as!
Comisión Permanente de Nación Andaluza.
Andalucía, 10 de septiembre de 2015.
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