El 6 de febrero las tropas fascistas iniciaban el ataque a Málaga, ordenándose la evacuación de la población ante el terror anunciado por los generales fascistas. El 8 de febrero de 1937, el ejército fascista español atacaba por mar y aire a las refugiadas malagueña que huían por la carretera de la costa hacia Almería, causando la muerte a casi 5.000 civiles desarmados. Estos son los hechos, inapelables, contrastados y verificados a pesar del ocultamiento premeditado de unos y de la manipulación de otros.
La historiografía oficial miente para favorecer posicionamientos políticos actuales, como parte de la justificación del Régimen político surgido del pacto entre el fascismo y la socialdemocracia e implementado en la Constitución del 78.
La historiografía oficial miente para favorecer posicionamientos políticos actuales, como parte de la justificación del Régimen político surgido del pacto entre el fascismo y la socialdemocracia e implementado en la Constitución del 78.
El contexto histórico en el que se produjeron los hechos de la “Desbandá”, no fue el de una “Guerra Civil”, como nos vienen diciendo unos y otros, sino el de una guerra entre clases. Recordemos el carácter burgués de la II República española y la represión a los movimientos revolucionarios y nacionalistas en Asturias, Catalunya o Andalucía. En ese contexto de lucha de clases, la burguesía decide un cambio en la forma de gobierno ante el acoso de los movimientos revolucionarios a la República, decidiéndose por la línea dura del militarismo, así como una “solución final” que consistía en el exterminio físico de todas las personas relacionadas de alguna manera con los movimientos revolucionarios.
En este entorno de “guerra entre clases” tenemos que analizar la desbandá y la actuación del ejército de la burguesía y el capital. La situación pre-revolucionaria de Andalucía, la fortaleza de los movimientos anarquistas y comunistas, así como el avance del nacionalismo, que incluso llegó a protagonizar un intento fallido de independencia de Andalucía en lo que el gobierno de España denominó el “complot de Tablada”, desencadenó la más brutal de las represiones, con miles de asesinados, muchos de ellos, como Blas Infante, aún en las fosas comunes de las cunetas de muchas carreteras andaluzas. Incluso el ejército republicano desertó de Andalucía, dejando las defensas de nuestras ciudades en manos exclusivamente de milicias populares integradas principalmente por militantes anarquistas y comunistas.
Las conclusiones que desde la izquierda independentista andaluza sacamos de sucesos como el de la “desbandá” y otros, es la imposibilidad de reforma del Estado español: república, monarquía, dictadura… Siempre desarrollan políticas que favorecen un marco de acumulación de capital y por tanto de explotación y represión a las clases trabajadoras. El chantaje, la violencia, el terror, es la política de las clases dominantes españolas ante el avance de la clase trabajadora. El problema no es de gobierno, sino de estructura política, económica y social. Es decir, el problema es España.
El relato histórico de “Guerra civil”, o “guerra entre hermanos”, “reconciliación”, etc. Es una simple falsedad histórica y política al servicio de la sumisión de las clases populares. La idea de dos bandos que se “reconcilian” tras la muerte del dictador, es una falacia que intenta invisibilizar a aquellos miles de combatientes que lucharon contra la II República, por burguesa y capitalista, y que después lo hicieron contra el fascismo: democracia burguesa y fascismo, dos caras de la misma moneda.
En estos momentos donde la burguesía vuelve a amenazar con el fascismo, es necesario insistir en el verdadero problema, el capitalismo. El capitalismo es una hidra de varias cabezas: monarquía, república, dictadura, fascismo, democracia burguesa…combatir el fascismo es combatir el capital. La renuncia a combatirlo o la tibieza es una forma de colaboracionismo que ser enfrentado y denunciado por las organizaciones anticapitalistas y antifascistas. El cliché de derecha-izquierda con el que el capital y sus medios intentan confundir a la clase trabajadora ya no nos sirve. La confrontación está entre capitalistas y anticapitalistas. O se está con el capital o se está con la clase obrera. La única alternativa para las clases trabajadoras de las naciones oprimidas por el Estado español es la independencia y la construcción de Repúblicas soberanas en el marco de cooperación entre los pueblos y las clases trabajadoras.
Permanente de la Comisión Nacional de NACIÓN ANDALUZA.
En Andalucía, a 5 de febrero de 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario