El día de la hispanidad se remonta al año 1918 cuando bajo el reinado de Alfonso XIII se instituye la festividad que en principio se conoció como “día de la raza”, un término claramente racista que evoca la expansión del imperialismo castellano y la superioridad de una pretendida “raza española” sobre los pueblos conquistados.
La fiesta se consolidó bajo la Dictadura franquista, pasando al neofranquismo de la denominada “transición” con el nombre de “Fiesta de la Hispanidad”.
En 1982 un real decreto ratifica el 12 de octubre como “Fiesta de España y la Hispanidad” y ya en 1987 durante el gobierno “socialista” de Felipe González entra en vigor la ley 18/1987 estableciendo el 12 de octubre como “Día de la Fiesta Nacional de España”.
La fiesta, que siempre ha tenido un carácter racista y supremacista a pesar de los cambios de nomenclatura y formato, conmemora la conquista de América, imposición cultural y religiosa a los pueblos indígenas, la destrucción de culturas, la esclavitud de seres humanos y la explotación de los recursos naturales y humanos de los pueblos indígenas americanos.
Esta política de explotación e imposición cultural no empezó el 12 de octubre, sino el 2 de enero de 1492 cuando Castilla culmina la conquista de Al-Ándalus con la Toma de Granada. Las formas represivas que desarrollaron en Andalucía: prohibición de los ritos religiosos autóctonos, de la lengua y escritura propias, de manifestaciones culturales, confiscación de tierras, esclavitud, imposición lingüística, cultural y religiosa, genocidio físico y cultural…fueron los mismos que posteriormente se emplearon en la conquista de América.
Con la conquista de Andalucía y América comienza la expansión de la economía-mundo capitalista que da origen a la era de dominación burguesa sobre los pueblos y sus clases trabajadoras.
La idea de explotación de los pueblos y sus gentes a través de los sistemas coloniales y de “dependencia” continúa vigente más de 500 años después.
El Estado español continúa impidiendo el derecho a decidir de los pueblos sometidos a su dominio, continúa con la misma violencia hacia la resistencia cultural, política y económica, sustituyendo el grito de “Santiago y cierra España” por el de “a por ellos”, siempre como una forma arrojadiza contra los derechos y la voluntad de los pueblos.
En América, el Estado español continúa con sus políticas coloniales, bien a través de sus embajadas o de sus empresas multinacionales, apoyando golpes de Estado o gobiernos golpistas como en los casos de Venezuela o Bolivia.
El apoyo del Estado español a las políticas bélicas de EEUU y la OTAN es una continuidad de las políticas genocidas contra la población andaluza y americana del S.XV en adelante.
Andalucía, al igual que los pueblos de Abya Yala sufre la pobreza inducida por la avaricia de las élites capitalistas de occidente, con un territorio ocupado militarmente por bases norteamericanas, inglesas y españolas.
Por este motivo, las andaluzas no tenemos nada que celebrar. Todo lo contrario, expresar nuestra repulsa por un acto racista y supremacista que al igual que en Andalucía con las “tomas” y los “Pendones” celebra la conquista militar, el genocidio y el sometimiento de los pueblos a la violencia criminal de las potencias invasoras.
Este 12 de octubre el Régimen del 78 celebra con un costoso desfile militar el comienzo de sus privilegios de clase y de su dominación imperialista, con la presencia de un monarca corrupto, una clase política degenerada y envilecida y el resto de poderes del Estado que continúan con su trabajo de apuntalar los privilegios de clase que defienden los que desfilarán por las calles de Madrid. Los mismos de siempre, curas, políticos y militares mostrando al pueblo su poder.
El 12 de octubre ¡Andalucía no tiene nada que celebrar!
Permanente de la C.N. de Nación Andaluza.
Andalucía, 10 de octubre de 2020.
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