El sector del transporte en el Estado español inició una huelga con carácter indefinido a partir de las 00:00 del 14 de marzo, convocada por la Plataforma de Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional, que engloba en su mayoría a transportistas autónomos o pymes, que no se sienten representados por el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), con el que negocia el Gobierno español y que pretende mantener la protesta hasta que la Administración atienda sus reivindicaciones.
Los motivos de este paro son dos: el aumento del coste de los combustibles y las malas condiciones laborales de los trabajadores. La Plataforma de Defensa del Sector del Transporte pide la prohibición de la contratación de servicios de transporte de mercancía por carretera por debajo de los costes de explotación y la limitación de la intermediación en el contrato de transporte a un solo contratista. Exige una ley que prohíba la carga y descarga por parte de las conductoras y un decreto que limite esas labores a un tiempo máximo de una hora desde la llegada, o desde la hora pactada, la jubilación a los 60 años para las conductoras profesionales y el reconocimiento de la totalidad de las enfermedades profesionales derivadas de esta actividad, tanto para conductoras asalariadas como para autónomas.
El paro de transportistas autónomos y de pequeñas y medianas empresas dura ya una semana y está aglutinando a otros sectores de trabajadoras por cuenta propia y pequeñas empresas que están viendo seriamente amenazada su supervivencia por culpa de la elevada inflación. Ya hay evidentes problemas en la cadena de suministros de algunos productos. Ello a pesar de la actitud revienta-huelgas del gobierno español que está utilizando a las Fuerzas de Seguridad del Estado como piquetes de la patronal y el oligopolio español de los carburantes.
En Andalucía, la incidencia del conflicto está llevando a un incipiente desabastecimiento de productos básicos y a un encarecimiento del precio de los mismos dado el carácter especulativo de las grandes cadenas comercializadoras, sin contar con los numerosos cortes y atascos en las vías andaluzas y la más de una decena de trabajadores detenidos y procesados por las protestas. Por todo esto, desde Nación Andaluza queremos señalar:
– Manifestamos nuestro apoyo a la movilización del sector de trabajadores y trabajadoras por cuenta propia del transporte. Ellas son quienes más sufren la precariedad y las malas condiciones que se han implantado desde hace más de una década en este sector.
– Los impuestos al diésel -y el carácter regresivo y antiobrero de los mismos- son solo una parte del problema. El mercado de los carburantes en el Estado español esta en manos de REPSOL, BP y CEPSA que controlan dos tercios de la distribución de los carburantes y están inflando los precios mientras el del petróleo ha bajado más de un 30% en los últimos días. Empresas que ya fueron multadas en 2015 por estos hechos. Ellas son las grandes beneficiadas de esta escalada de precios. No en vano en 2021 declararon más de 9.500 de millones de euros de ganancias.
-En último lugar, entendemos la situación generada como fruto del papel del gobierno estatal como garante de los intereses de los monopolios. Por ello exigimos el traspaso de todas las transferencias a Andalucía en cuanto a transporte y políticas impositivas se refiere. Es necesaria una Hacienda nacional andaluza con un nuevo modelo impositivo que obedezca a las necesidades del Pueblo Trabajador Andaluz -gravando los ingresos y la riqueza de cada cual en lugar el consumo de productos imprescindibles para la vida como el carburante- y no a los intereses que desde el Estado Español y la Unión Europea nos imponen.
¡Nación Andaluza con el transporte!
Permanente de la C.N. de Nación Andaluza.
Andalucía, 20 de Marzo de 2022.
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