miércoles, 7 de diciembre de 2011

¡ANTE UNA NUEVA FORMA DE ESCLAVITUD ASALARIADA, LA JUVENTUD TRABAJADORA ANDALUZA EN LUCHA CONTRA ESPAÑA Y EL CAPITAL!


Estamos viviendo tiempos “revueltos”. Una guerra imperialista en Libia y ocupaciones neo-coloniales en Afganistán, Somalia o Uganda, así como oscuras intencionalidades imperialistas en Irán y Siria. El imperialismo, ante una nueva crisis estructural, busca nuevos “mercados” para seguir generando desigualdades que para las oligarquías euro-americanas se traducen en beneficios. Como ya no pueden exprimir más a las clases trabajadoras bajo su Estado, necesitan esquilmar y expropiar recursos de países de África y Asia para pode mantener su statu quo. En la Europa civilizada y “democrática”, los estados en crisis como el italiano y el griego, han sufrido un revés de sus capataces europeos en forma de golpes de estado económicos.

En el caso del Estado Español, aún no se ha llegado a esa situación límite, pero de seguir su curso esta crisis generada por el Capital, las clases trabajadoras de los distintos Pueblos bajo dominio español viviremos momentos más duros que los que ya estamos viviendo. En el contexto de nuestro país, podemos decir que a diferencia de otras naciones peninsulares, Andalucía, junto a la colonia española de Canarias, contamos con el mayor número de parados y paradas del Estado Español. Por eso, como en anteriores ocasiones, afirmamos que nuestra situación social, económica y política, está íntimamente condicionada por nuestro papel de colonia interior del Estado Español. Los datos son bien claros: en el 2010, el país con mayor índice de paro del Estado Español, fue Canarias, con un 28,7%, por delante de Andalucía, con un 28%. Ni que decir que es la juventud andaluza la que más sufre ese 28% de paro y precariedad y en mayor medida las jóvenes andaluzas, víctimas del patriarcado y el capitalismo español como distintas formas de explotación y exclusión. En cuanto a otras colonias europeas, el país insular africano de Reunión, actualmente colonia de la “republicana” y “democrática” Francia, cuenta con un 28,9% de paro, siendo el país con mayor desempleo de toda la Unión Europea. Le siguen las también colonias francesas de Guadalupe, Martinica y Guayana. No es casualidad que Andalucía esté junto a esas colonias en la lista de los países peor parados por la economía capitalista.

La causalidad se debe a que como esas colonias, Andalucía cuenta con una economía subordinada a intereses extranjeros; estando nuestra agricultura en manos de Europa y España, ésta está desintegrándose a pasos agigantados, perjudicando al campesinado andaluz y beneficiando únicamente a las multinacionales del sector. Nos han impuesto un modelo que tiene como fin abastecer de materias primas a otros países y que condena al desmantelamiento progresivo al campo andaluz. Y esto, a diferencia de lo que sostienen los defensores del régimen capitalista español, no es coyuntural; no depende de formas de estado, republicanas o monárquicas, sino de la propia superestructura española. Por ser una colonia interior, no poseemos nuestras tierras para trabajarlas según nuestros intereses como Pueblo Trabajador. Al igual que con la agricultura, la escasa y débil industria andaluza ha seguido los mismos pasos. Nuestra industria no ha sido desarrollada en tanto y en cuanto perjudicaba a los intereses de las burguesías catalana, vasca y, ante todo y sobre todo, española. Porque los andaluces y las andaluzas tenemos un papel predeterminado por los designios españoles: ser mano de obra barata de aquellas burguesías que sí cuentan con industria. Nuestra minería, nuestra agricultura, nuestra industria, han estado en manos de las oligarquías francesas, inglesas y españolas, y es por eso por lo que después de explotar nuestros recursos para su provecho, éstas han sido desmanteladas o transformadas para “competir” en el libre mercado e inundar los campos andaluces de productos químicos que contaminan nuestra tierra y los seres vivos que la habitan.

Este es el presente que tenemos que vivir la juventud andaluza y el infortunado futuro que nos espera si seguimos atados/as a esta máquina de producir miseria que se llama Capitalismo. Para España y sus clases dominantes somos carne de cañón, somos los y las sirvientas del turismo peninsular y europeo, el mismo turismo insostenible que han convertido en una de las pocas salidas laborales para la juventud de nuestro país. Un turismo con fecha caducidad que genera trabajo en las épocas estivales y que el resto del año conduce a los y las jóvenes trabajadoras a las colas del INEM.

No olvidemos, tampoco, que el capitalismo español nos reserva otra maravillosa y productiva salida: las Fuerzas de Ocupación españolas en sus distintos ámbitos de actuación: policía local, nacional, Guardia Civil o Ejército. No podemos analizar esta cuestión sin previamente entender que estos cuerpos sólo han sido creados para mantener y salvaguardar la “unidad de la patria” y la propiedad privada. No hay ejércitos que estén con el Pueblo, porque estos, nacen y se desenvuelven para controlar, someter y oprimir al Pueblo. Tras comprender el carácter del mismo, podremos entender el porqué de esta recurrente salida “laboral” para la juventud trabajadora andaluza. En tiempos de crisis, cuando la gente comienza a cuestionar la realidad en la que vive, se necesitan de jóvenes sumisos y sumisas que, después del rutinario adoctrinamiento ideológico del que se encarga el Estado, su Sistema Educativo y los medios de comunicación burgueses, ya estarán preparados/as para luchar en defensa de la “patria” y del Capitalismo.

Ante esta coyuntura, los y las jóvenes trabajadoras andaluzas decimos no a las Fuerzas de 
Ocupación españolas. Queremos estudiar, trabajar y vivir en nuestra tierra. Con dignidad, con igualdad y con libertad. No colaboraremos con los ejércitos y las instituciones que mantienen a nuestro país ocupado y a nuestro Pueblo esclavizado. Ejércitos y Fuerzas de Ocupación que están agrediendo a países soberanos para imponer un sistema que permita la intromisión del capitalismo y su rapiña.

Nos negamos no sólo a ser sirvientes de turistas que vienen a “golfear” en nuestra tierra, sino a ser esclavos y esclavas asalariadas y a engrosar las listas de las Fuerzas de Ocupación españolas. Renunciamos a abandonar nuestra tierra para, como hiciesen nuestros antepasados, emigrar a Cataluña, País Vasco, Alemania o cualquier estado centro-europeo. 
Queremos vivir y decidir en nuestro país.

Entendemos que, para explicar el nuevo “contrato” de aprendiz que se han sacado de la manga las clases dominantes españolas y su Estado, teníamos previamente que contextualizar nuestra situación social, económica y política de forma breve y clarificativa.

En este sentido, tenemos que hablar del Real Decreto (RD) aprobado, curiosamente, un día antes de las elecciones españolas del 20 de noviembre. Este decreto, en síntesis, viene a ofrecer al empresario de turno más facilidades para explotar a la juventud trabajadora andaluza de las que ya gozaba anteriormente. El acuerdo, porque ni siquiera tiene el carácter de contrato laboral, niega vacaciones, indemnización, no contempla la jornada máxima, sin festivos, pudiendo ser modificado libremente por el o la empresaria. Como no es una relación laboral, no se cotiza, no se tiene derecho a nada, puesto que ni siquiera se contempla a trabajadores/as a quienes firman este acuerdo, porque ahora dejamos de ser no ya trabajadores/as o empleados/as, sino “personas jóvenes” (art.3.1 RD 1543/2011). Lo que pretenden con este acuerdo de “aprendices”, es que trabajemos en las mínimas y más precarias condiciones laborales, para facilitar el mantenimiento de los beneficios de la empresa.

A diferencia de cualquiera trabajador o trabajadora, no podremos denunciar a la empresa ante una Inspección de Trabajo, porque el acuerdo no es una relación laboral, sino eso, un “acuerdo”. Tampoco tenemos los mismos derechos que cualquier trabajador/a ante la empresa, porque no somos trabajadores/as, sino “personas jóvenes”. Si queremos denunciar a la empresa con la que firmamos el acuerdo, no podremos ir a un Juzgado Social, sino a uno civil, implicando la inexistencia de asistencia jurídica gratuita y prolongando el proceso judicial.
Este “acuerdo” de aprendiz, está destinado a jóvenes entre 18 y 25 años que posean diferentes titulaciones formativas (universidad, formación profesional, etc,.). Esto supone que cualquier joven andaluz/a, estando en paro, puede ser obligado a firmar el susodicho acuerdo, y, si se renuncia a él, existe la posibilidad de perder cualquier tipo de ayuda o paro que se esté recibiendo.

Nos están explotando cada vez más y de formas más sutiles. El Estado del “bienestar” está asentando las bases del bienestar de los explotadores y en consecuencia el malestar de los y las explotadas. El Estado está asegurando los privilegios de una minoría para que la mayoría, que somos las clases trabajadoras de las distintas naciones, sigamos empobreciéndonos y hundiéndonos cada vez más y de forma más acelerada. Ante los ataques del Estado Español a los ya de por sí mínimos derechos de la clase trabajadora andaluza, la juventud trabajadora andaluza debe de concienciarse y organizarse para hacer frente a todos estos recortes que están destinados a engrandecer las cadenas que nos oprimen.

¡Queremos vivir, trabajar y decidir en nuestro país!
¡España y el Capital nos condenan, rompamos las cadenas!

Asamblea de Jóvenes de Nación Andaluza.

No hay comentarios: