Este 4D viene marcado por dos novedades. La primera es la conformación en el Estado de un nuevo gobierno oligárquico que usurpa la soberanía del Pueblo Trabajador Andaluz y legitima con su legalidad nuestra explotación. La segunda es la irrupción de la extrema derecha española en las instituciones del Estado, incluidas las autonómicas, y la utilización de este hecho para conseguir réditos electorales por parte de las fuerzas del Régimen y frenar la descomposición política del mismo tras las llamadas a la “unidad” para enfrentar el fascismo.
En más de una ocasión, NACIÓN ANDALUZA se ha expresado con rotunda claridad sobre la irrupción del fascismo, situándolo en la continuidad del franquismo en el Régimen del 78, el apoyo mediático e institucional, así como la falta de actuación de los partidos políticos: el PSOE lo ha reforzado para quitar votos a la derecha tradicional y esta lo ha blanqueado para poder acceder a las instituciones. Y la “izquierda” del Régimen (IU y Podemos), ha dejado el campo del descontento en manos del fascismo, al no enfrentar ni denunciar el capitalismo, aceptando las instituciones y mecanismos que hacen posible su pervivencia: UE, OTAN, Constitución española, monarquía, relaciones laborales capitalistas y unidad del Estado.
Este ascenso de la extrema derecha está sirviendo de cortina de humo tras la que se esconde el nuevo gobierno estatal que se está configurando. Un gobierno que antes de conformarse de manera definitiva ya muestra su obediencia a los intereses de la oligarquía anunciando el mantenimiento de las actuales condiciones de explotación laboral con la no derogación de la última reforma laboral y que reafirma la deriva autoritaria del Estado con la aprobación del “Decretazo digital” con el apoyo de PP y C’s y la abstención de Unidas Podemos.
En esta situación en la que se combinan la zanahoria (el freno a la extrema derecha) y el palo (un gobierno estatal que vuelve a defender los intereses de la oligarquía) de nuevo, en el país andaluz, aparecen las posiciones oportunistas que intentan sacar provecho político reclamándose de la “unidad del andalucismo” para confundir y aglutinar al mayor número de independentistas y soberanistas personas. La estrategia no confesada es clara: continuar utilizando a la izquierda soberanista e independentista andaluza como sostén del regionalismo y la socialdemocracia españolista, fagocitando a todos los colectivos y andaluzas que, ingenuamente, se prestan a seguirles.
NACIÓN ANDALUZA, como en años anteriores, no participará en actos ni plataformas “transversales” ni “unitarias” que no tengan unos objetivos claros y que no sirvan para el avance en la lucha por la soberanía del Pueblo Trabajador Andaluz frente al Estado.
Por ello, el día 1 de diciembre a las 12.00 h. estaremos en Málaga, ciudad donde fue asesinado García Caparrós el 4 de diciembre de 1977 en las multitudinarias manifestaciones donde el pueblo andaluz reclamaba su soberanía. Y lo celebraremos en un acto UNITARIO con la izquierda soberanista y revolucionaria andaluza, compuesta por organizaciones políticas, sindicales, sociales y culturales de nuestro país.
Unidad para construir el futuro en base a los valores de nuestra constitución de 1883 y de las andaluzas que nos mostraron el camino de la lucha por la soberanía, desde las primeras revueltas moriscas contra el invasor castellano, hasta aquellas que terminaron con la vida de andaluzas como Caparrós o nuestro compañero Gabi Lima, asesinado a consecuencia de su actividad política y sindical, pasando por Blas Infante y el andalucismo revolucionario de principios del S. XX.
El día 1 de diciembre las soberanistas e independentistas revolucionarias andaluzas tenemos una cita en Málaga.
Por Andalucía libre, independiente, socialista y feminista.
Permanente de la Comisión Nacional de Nación Andaluza.
Andalucía, 28 de noviembre de 2019.
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