“Entonces,
¿de qué sirve decir la verdad
sobre el fascismo que se condena
si no se dice nada
contra el capitalismo
que lo origina?” Bertolt Brecht
¿de qué sirve decir la verdad
sobre el fascismo que se condena
si no se dice nada
contra el capitalismo
que lo origina?” Bertolt Brecht
El 9 de mayo de 1945 el III Reich nazi, que según Adolf Hitler iba a durar mil años, se rendía incondicionalmente a los representantes del Ejército Rojo. El próximo sábado celebraremos el 75 aniversario de esta aplastante victoria antifascista, fruto del esfuerzo de los Pueblos Trabajadores de todas las naciones de la Unión Soviética, y muy especialmente del proletariado soviético. No podemos olvidar el esfuerzo y los enormes sacrificios del resto de los Pueblos Trabajadores de la coalición antifascista, especialmente los de la martirizada Europa oriental, que sufrió toda la furia racista y genocida de los nazis.
La derrota militar del III Reich no fue fruto de la lucha del soldado Ryan, como la maquinaria de guerra para la propaganda imperialista que se llama Hollywood nos quiere hacer creer. Los hechos objetivos nos muestran que fue el Ejército Rojo quien derrotó al criminal y genocida ejército nazi, y asumió el enorme sacrificio en vidas humanas y material. Sólo la URSS fue capaz de derrotar al nazifascismo en los campos de batalla. La batalla de las Ardenas demostró que una fuerza reducida de la Wehrmacht, apenas una fracción minúscula de su esfuerzo bélico en el Frente del Este, era capaz de romper el frente del soldado Ryan y sus generales. El Imperialismo yanki nos quiere hacer creer que el fin del III Reich empezó con el desembarco en Normandía.
La Revolución Socialista de Octubre de 1917 abrió las puertas a la construcción del Socialismo, y aterrorizó a todas las burguesías del planeta. Las democracias burguesas liberales, capitalistas e imperialistas tenían la esperanza de que el nazifascismo destruyera la URSS gratis para ellos. En eso se esforzaron, hasta que se dieron cuenta que el monstruo que habían contribuído a crear para destruir la Revolución Proletaria tenía sus propios intereses y su propia agenda de dominación mundial. Había que desviar los golpes de la bestia parda…
Por eso traicionaron y abandonaron a la II República española, agredida por el fascismo internacional, especialmente por el fascismo “olvidado y ocultado”, el nacional-catolicismo, forma específica que adoptó el fascismo clerical fabricado por el Vaticano y que fue su versión mayoritaria: Portugal, Estado español, Croacia, Eslovaquia, Bélgica, Líbano y Austria, antes de la anexión de los nazis. Sin olvidar el fascismo italiano, el primero en llegar al poder, de fuerte componente católico y que fue apoyado con entusiasmo por el “antifascista” de mentirijillas y anticomunista furibundo, Winston Churchill y el fascismo rumano, de tendencia cristiana ortodoxa.
La burguesía quería utilizar el fascismo y el nazismo para que les hicieran el trabajo sucio de aplastar a la clase obrera y la Revolución socialista. Por eso también traicionaron y abandonaron a la República de Checoslovaquia y pactaron con Hitler y Mussolini en Munich, en 1938, con la idea de desviar la maquinaria de guerra nazi contra la URSS.
No vamos a alargarnos más. Todos los datos son de muy fácil acceso. La crisis profunda en la que se ha sumergido el capitalismo agónico, última fase de su desarrollo imperialista, ha abierto la puerta al resurgimiento de nuevos fascismos y nazismos en todo el mundo, y muy especialmente en Europa. La pandemia del COVID19 no ha hecho más que acelerar aún más el proceso de fascistización del sistema capitalista. Vamos hacia un nuevo tipo de fascismo, que va a conservar formas parlamentarias para mejor engañar y adormecer a la clase obrera
La única forma de acabar de una vez por todas con el fascismo es destruir para siempre el capitalismo, e iniciar la construcción del socialismo, en el proceso de transición hacia un modo de producción superior, donde no existan ni las clases sociales, ni el estado, ni el patriarcado. Este modo de producción se llama, desde el Manifiesto de 1848 de Karl Marx y Friedrich Engels, comunismo.
En este 75 aniversario de la victoria del Ejército Rojo contra el nazismo, las organizaciones de la CONFERENCIA INTERNACIONAL, Agora Galiza-Unidade Popular, Nación Andaluza y Herritar Batasuna hacemos un llamamiento a todos los Pueblos Trabajadores del mundo y especialmente a sus clases obreras para intensificar en todos los frentes el combate antifascista, que no es otro en este momento que la lucha antiimperialista y anticapitalista.
En todo el mundo el fascismo avanza. Desde Brasil con Jair Bolsonaro, a la India con N. Mohdi, pasando por EE.UU. con D. Trump, los Estados español y francés con el Front National, con Vox, PP y C’s o Hungría con Fidesz.
¡Contra el Fascismo, Revolución socialista!
¡Uníos, Hermanos Proletarios!
¡No pasarán!
“Es demasiado prontopara cantar victoria:todavía es fecundoel vientre del que surgela bestia inmunda.” Bertolt Brecht
9 de mayo de 2020
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