El sistema capitalista está destruyendo a la juventud andaluza. Es una realidad innegable que el vacío que se nos presenta a las jóvenes por delante es desesperanzador y destructivo, dándonos unas bajas expectativas de futuro y erosionando nuestra moral. La precariedad laboral, el paro, la crisis y la falta de futuro en Andalucía hacen complicado que la juventud obtenga ingresos y esto es un fantástico caldo de cultivo que están aprovechando las casas de apuestas, ofreciéndole a las jóvenes la obtención de dinero fácil de manera “divertida”.
Las casas de apuestas no han parado de aumentar en estos años, principalmente en barrios obreros y cerca de institutos y colegios, la actuación del gobierno “más progresista de la historia” ha sido que estos locales mantengan una distancia con los centros educativos. Esta elección de localización no es casualidad, es de hecho una cuestión muy bien planteada, la juventud necesita dinero, que en muchas ocasiones se encuentra incapaz de conseguir, y las casas de apuestas se han presentado como su solución. Si a esto le sumamos las técnicas de captación, como son las bebidas a precios sin competencia o la publicidad invasiva en cada evento deportivo, televisión e internet, y lo adictivo que resultan los juegos interactivos, que dan recompensas inmediatas, nos queda un ambiente perfecto para crear enormes cantidades de adictos al juego y personas que entienden las apuestas como una forma más de ocio y entretenimiento.
Este es un problema que sufrimos de forma aumentada en Andalucía, nación que se cuela en los podios de los peores rankings, y que por ende solo debe esperar ante nosotros una fuerte oposición frontal, y es que, ¿Qué podemos hacer ante esta situación? Ya que ni el estado español ni la junta van a hacer nada trascendental, pues la tajada que toman es enorme (hablamos de que el sector del juego mueve en torno a los cuarenta y dos mil millones de euros al año en el estado español), somos nosotras las que tenemos que actuar. El pueblo trabajador andaluz, y sobre todo su juventud, debemos oponernos de manera radical y mediante cualquier medio ante estas entidades que nos desangra tanto por ser clase obrera, como por ser andaluzas, como por ser jóvenes. Es la única forma de acabar con este cáncer social, organización y lucha. Unas entidades que, no solo contentas con exprimirnos económicamente, llevan dicho dinero fuera de nuestra nación y dejan una cantidad ínfima de trabajadoras para las cantidades de dinero que ganan. Es un negocio criminal que nos empobrece individual y colectivamente y que enriquece a los de siempre, a las oligarquías. Las andaluzas no podemos seguir mirando pasivamente a esta maquinaria del dolor y la opresión si es que queremos cambiar la situación. Organicémonos en nuestros pueblos y barrios y echémoslos al grito de: ¡Fuera casas de apuesta de nuestros barrios!¡Fueras casas de apuesta de Andalucía!
Juventudes Infantistas de Nación Andaluza.
Andalucía, 22 de diciembre de 2021.
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