Hace 45 años las andaluzas salían a las calles, pueblos y ciudades para reclamar “autonomía plena”, lo que en un lenguaje actual equivaldría a decir, soberanía para autogobernarse, para decidir sobre temas económicos, fiscales, sociales, políticos, y especialmente sobre la relación con el Estado español.
El proceso popular encaminado a la consecución de la soberanía política y económica del pueblo trabajador andaluz, fue secuestrada por la oligarquía española usando los aparatos de Estado centrales y autonómicos, derivando toda la fuerza popular hacia las instituciones, cambiando las calles por las moquetas y sustituyendo un proceso constituyente andaluz por el acuerdo entre trileros, manipuladores y farsantes al que se dio forma en el llamado pacto de Antequera que abrió el proceso institucional hacia el referéndum del 28 de febrero, en un proceso dirigido desde arriba, desde la oligarquía y en el que el Pueblo Andaluz estuvo ausente, excepto para ir a votar una propuesta cuyos límites estaban pactados previamente como demostró la aprobación de la LOAPA (Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico) por PSOE y UCD en 1982.
Frente al secuestro de la soberanía popular que representa el 28 de febrero, la izquierda independentista y soberanista andaluza representada por sus organizaciones políticas, sindicales, culturales, feministas… reclama el día 4 de diciembre como el DÍA NACIONAL DE ANDALUCÍA en conmemoración de las manifestaciones del 1977 que exigían soberanía y en recuerdo de aquellos que dieron su vida por el ideal de una Andalucía Libre.
Nuestro compromiso con la memoria del mártir andaluz Manuel José García Caparrós nos lleva cada 4 de diciembre a Málaga para rendirle homenaje en el lugar de su asesinato, para rendirle memoria a quien regó con su sangre la bandera verde y blanca, tal y como decía Blas Infante: “… conveniente es que la sangre de los sacrificados, por Andalucía, venga a poner en nuestra bandera el color de rojo fuego…”.
El 4 de diciembre haremos un ejercicio de memoria, porque la memoria es revolucionaria, y junto a Caparrós recordaremos a las millones de andaluzas que han dado su vida por recuperar la libertad y la independencia perdidas: desde las primeras sublevaciones andaluzas contra los conquistadores castellanos hasta los asesinatos de Caparrós o Javier Verdejo, pasando por Blas Infante, muchos de sus compañeros y cientos de miles de andaluzas asesinadas por el fascismo y cuyos restos mortales aún están en las cunetas de muchas de las carreteras de nuestros pueblos.
Hoy, los herederos políticos de los asesinos de Blas Infante, y sus cómplices del regionalismo y la izquierda reformista pretenden robarnos la memoria, desactivar un elemento de lucha y de reivindicación, convertir el 4 de diciembre en el “día de la bandera”, olvidar a García Caparrós y olvidar que somos una nación oprimida.
Siempre que exista opresión habrá resistencia. Y la resistencia andaluza el próximo día 4 de diciembre estará en Málaga, no para celebrar nada, sino en una jornada de lucha por la soberanía política de Andalucía, la emancipación de su clase obrera y de sus mujeres.
Por estos motivos, desde el SINDICATO UNITARIO DE ANDALUCÍA y NACIÓN ANDALUZA, hacemos un llamamiento a la Andalucía combativa, a la que resiste -en los centros de trabajo, en las aulas y en los barrios- para que el próximo 4 de diciembre nos acompañen a la manifestación que recorrerá las calles de Málaga a favor de la soberanía y el socialismo, y al homenaje a Caparrós que tendrá lugar al terminar la manifestación en el lugar de su asesinato.
Permanente de la Comisión Nacional de Nación Andaluza.
Secretaría Federal del Sindicato Unitario de Andalucía.
En Andalucía, a 2 de diciembre de 2022.
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